EVARISTO RUBENS 
Evaristo Rubens
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que cada día se dedican más de 16 mil millones de horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado en el mundo. En tanto, si volcamos la mirada hacia América Latina y el Caribe, nos encontramos con que las mujeres dedican más del doble de horas que los hombres a las responsabilidades domésticas y de cuidados no remunerados, una brecha que se expande en los hogares con niños pequeños. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) trajo una reseña relativa al Día Internacional de la Mujer: Comprendiendo el trabajo de cuidado en la vida rural. El cuidado es un trabajo fundamental para el sostenimiento de la vida humana. A lo largo de nuestro ciclo vital, todos habremos estado o estaremos al cuidado de otros. El trabajo de cuidado tiene dos elementos en común: por un lado, recae desproporcionadamente en las mujeres-restringiendo la autonomía económica, social y política de ellas- y, por otro, tradicionalmente no ha sido valorado por la sociedad, por lo que suele ser muy mal o no remunerado en absoluto.
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Según la Organización Internacional del Trabajo, cada día se dedican más de 16,000 millones de horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado en el mundo. El trabajo de cuidado rural comprende todas las actividades, remuneradas o no, que se realizan para sostener la vida cotidiana y conservar los territorios de quienes habitan las zonas rurales. El trabajo de cuidado rural incorpora actividades de cuidado directo e indirecto en cadenas agrícola, pecuaria, pesquera y forestales.
