La tendencia de las personas a nivel mundial es no valorar en su justa dimensión todo lo que significa estar en salud. Esta actitud de descuido e inobservancia de las normas y recomendaciones para contribuir a preservarla ha llevado a la expresión: “La salud sólo se valora cuando se pierde”. Ahí comienza entonces la preocupación por todo lo que no hicimos para preservarla o, de todo aquello que hicimos para perderla.
El ser humano enfermo pasa a ser otra cosa. Se pueden perder las perspectivas, el nivel de compromiso, responsabilidad, las prioridades. Pasamos a otra instancia: luchar por recuperar la salud perdida, a estar enfermo con todas sus consecuencias y secuelas.
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Suele ocurrir, cuando estamos más jóvenes, que nos sentimos invulnerables, que a ese cuerpo nada le afecta, nada le entra. Pero, a veces, la vida nos da sorpresas y sin importar años la salud se altera, otras veces, las repercusiones por los descuidos, excesos y abusos se van a expresar con manifestaciones y patologías que usted antes no podría imaginar.
Por todo lo que significa la salud en la vida de las personas, la OMS declaró “Día Mundial de la Salud” el 7 de abril de cada año, jornada que se conmemora desde 1950, es decir, que ya cumple 75 años.
Para este año (2025) se ha escogido el lema: “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, y con esa campaña exhortar a los gobiernos y al sector salud a intensificar los esfuerzos para poner fin a las muertes prevenibles de madres y recién nacidos.
Estimaciones actuales muestran que cada año pierden la vida cerca de 300 mil mujeres durante el embarazo o el parto, más de dos millones de recién nacidos fallecen en su primer mes de vida y alrededor de dos millones más nacen muertos.
Vamos, amigo lector, a revisar algunos datos para crear una mayor conciencia sobre lo que significa perder la salud. Las enfermedades no transmisibles (ENT) también llamadas enfermedades crónicas, suelen ser de larga duración y son el resultado de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento.
Entre los principales tipos de ENT tenemos: enfermedades cardiovasculares (infarto del miocardio y eventos cerebrovasculares), cáncer, enfermedades respiratorias crónicas (neumopatía obstructiva crónica y asma) y la diabetes.
Las ENT afectan de forma muy desproporcionada a los habitantes de los países de ingreso bajo y mediano, donde se producen casi las tres cuartas partes de las muertes por estas causas en el mundo (32 millones).
Entre los principales factores de riesgo comportamentales tenemos:
- Consumo de tabaco, incluidos la exposición al humo ajeno.
- Alimentación poco saludable: consumo excesivo de sal, azúcar y grasas.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Escasa actividad física.
Entre los riesgos metabólicos: - Presión arterial elevada.
- Sobrepeso y obesidad.
- Niveles elevados de glucosa en sangre.
- Niveles anormales de grasa en sangre.
A nivel mundial se considera como principal factor de riesgo atribuible a las muertes por ENT a la hipertensión arterial responsable del 25%, seguida de hiperglicemia, sobrepeso y obesidad.
Las ENT terminaron con la vida de aproximadamente 43 millones de personas en 2021. A destacar que 18 millones murieron antes de cumplir 70 años. El 82% de esas muertes ocurrió en países de ingreso bajo y mediano.
Para reducir los efectos de las ENT en las personas y la sociedad se requiere de un enfoque integral en el que todos los sectores incluidos: salud, finanzas, transporte, educación, comunicación, agricultura, planificación, coordinen esfuerzos y capacidades.
Sugerencias: - Evite consumo excesivo de sal, azúcar y grasas.
- No fume. Evite la exposición al humo ajeno.
- Evite consumo excesivo de alcohol.
- Ejercítese. Mueva el esqueleto. Eso es salud.
- Chequeos médicos una o dos veces al año, aún se sienta bien.
Felicitaciones a ginecobstetras y pediatras, así como a sus respectivas sociedades especializadas, por sus denodados esfuerzos por superar escollos y contribuir tanto por su labor asistencial, como en la formación de nuevos profesionales para continuar con entrega la noble tarea de: cuidar y asistir a la mujer embarazada, traer con vida y mantener la salud de nuestros niños(as).
Que cada día mundial de la salud nos permita decir: “seguimos avanzando”.