Discurso de Álvaro Corripio en la entrega de Premios Fundación Corripio 2023

Discurso de Álvaro Corripio en la entrega de Premios Fundación Corripio 2023

Señora Milagros Germán Olalla, ministra de Cultura

Señores José Luis y Ana Mary Corripio, mis queridísimos abuelos

Señores José Alfredo y Laura Corripio, Alejandro y Lucía González, Rafael y Ana Barceló, mis tíos,

Señores Manuel y Rafaela, mis padres

Señores galardonados y motivo de este acto:

Bolívar Troncoso Morales, Premio Fundación Corripio Ciencias Sociales

Emilio Colomé Hidalgo, Premio Fundación Corripio Ciencias Naturales

Josefina Miniño, Premio Fundación Corripio Arte

Guarionex Rosa, Premio Fundación Corripio Periodismo

Fundación Rincón de Luz, Premio Familia Corripio Alonso

Señores José Alcántara Almánzar y Juan Daniel Balcácer de la Fundación Corripio

Fiona, mi esposa

Queridos hermanos, hermanas, primos y primas
Distinguidos amigos, señoras y señores,

Buenas noches a todos.

Señora Milagros Germán Olalla, ministra
de Cultura

Señores José Luis y Ana Mary Corripio, mis queridísimos abuelos

Señores José Alfredo y Laura Corripio, Alejandro y Lucía González, Rafael y Ana Barceló, mis tíos,

Señores Manuel y Rafaela, mis padres

Señores galardonados y motivo de este acto:

Bolívar Troncoso Morales, Premio Fundación Corripio Ciencias Sociales

Emilio Colomé Hidalgo, Premio Fundación Corripio Ciencias Naturales

Josefina Miniño, Premio Fundación Corripio Arte

Guarionex Rosa, Premio Fundación Corripio Periodismo

Fundación Rincón de Luz, Premio Familia Corripio Alonso

Señores José Alcántara Almánzar y Juan Daniel Balcácer de la Fundación Corripio

Fiona, mi esposa

Queridos hermanos, hermanas, primos y primas
Distinguidos amigos, señoras y señores,

Buenas noches a todos,

Con orgullo me presento ante ustedes, ya que el azar así lo dispuso, al ser escogido de esta forma, entre los miembros de mi generación, la cuarta de la familia Corripio Alonso, para, en representación de ella, participar por primera vez en uno de los eventos más importantes de nuestra familia: la entrega de los Premios Fundación Corripio.

Comparecemos como familia unida y como representantes orgullosos de la Fundación Corripio, una organización que ha sido una parte integral del país y de nuestras vidas, simbolizando nuestro anhelo y compromiso de una sociedad mejor, al resaltar figuras e instituciones que son ejemplo para todos. Es un honor y un privilegio estar aquí reafirmando la profunda pasión que sentimos por esta causa. Gracias por brindarnos el apoyo de su compañía.

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En un ya lejano 17 de septiembre del año 1988 ve la luz por primera vez la Fundación Corripio en un lúcido acto en la Casa de Bastidas que contó con las distinguidas presencias del entonces presidente de la República, Dr. Joaquín Balaguer y del expresidente profesor Juan Bosch, presentándose allí el primer tomo de la colección «Biblioteca de Clásicos Dominicanos»; primera propuesta y reconfirmación de nuestro amor por el país difundiendo su rica cultura lo que, como he mencionado, es también compromiso que nuestra generación, la cuarta de nuestra familia, que lo recoge y lo asume de manera responsable y entusiasta como parte sustancial de su misión. Prueba de este compromiso familiar que rebasa generaciones, es que, en esa distante fecha de ese primer acto de nuestra Fundación, quien hoy les habla aún no había nacido; más aún…, a esa fecha, todavía no había nacido el primer representante de esta cuarta generación. Es nuestra aspiración que una vez nuestra generación no esté, nuestros descendientes, los hoy pequeños miembros de la quinta generación, nos releven con el mismo entusiasmo que hoy manifestamos y el compromiso que asumimos.

Nuestra familia, desde su origen, se ha sustentado en los valores de trabajo tesonero, como forma de construir valor; austeridad como forma de preservarlo por generaciones; responsabilidad social, como forma de agradecimiento al devolver una parte a nuestra sociedad, la que nos permite desarrollarnos; y veneración hacia nuestros antepasados, quienes con su ejemplo de vida y sabiduría nos enseñan. Se dice que la educación de una generación se inicia varias generaciones atrás. Ese ha sido nuestro caso y privilegio, ya que, desde sus humildes inicios, nuestra familia ha contado con la dicha de poder prosperar gracias a una visión clara y una determinación incansable de esos valientes pioneros, nuestros bisabuelos Manuel, Sara, Alfredo y Lucía, y nuestros abuelos Pepín y Ana Mary quienes, tanto en épocas buenas como en tiempos de dificultades y desafíos, con su ejemplo y sus valores constituyentes nos han guiado. Nuestra generación tiene una sola forma de honrarlos y es trascender más allá del horizonte una vida, sabiendo que formamos parte temporal de algo más grande que cada uno de nosotros y la forma de hacerlo es mantener intactos esos valores, seguir sus ejemplos de vida y aprender de personas e instituciones como los galardonados en esta entrega.

Permítanme explorar brevemente un tema que, a menudo, pasamos por alto en nuestra vida cotidiana, pero que es una parte esencial de nuestra existencia: la inmortalidad. Nuestra vida biológica y terrenal no es eterna, sin embargo, el aspecto más importante de nuestra humanidad, el alma sí lo es y perdura en distintas manifestaciones, pero ¿Qué podemos hacer para trascender nuestra breve existencia y perdurar de forma útil en la memoria de las próximas generaciones? La respuesta para alcanzar esta deseada inmortalidad, radica en algo de apariencia simple: crear algo que viva por nosotros. Hablo de un legado duradero.

Debemos crear algo que viva por nosotros. Este «algo» es contribución significativa en favor de los demás que deje una huella duradera en el mundo. Esto nos aproxima a la inmortalidad, ya que nuestras acciones y logros, si fueron realizados en favor de los demás, continuarán después de que hayamos partido.

Si observamos a nuestro alrededor, encontramos ejemplos claros de personas que ya han logrado esa trascendencia. Me da gran placer presentarlos. Ellos son:

Bolívar Troncoso Morales, Premio Fundación Corripio de Ciencia Sociales y Jurídicas, categoría: Geografía.

Director del Instituto Geográfico Nacional José Joaquín Hungría Morel. Es licenciado en Educación, mención Historia y Geografía (Cum Laude), en la (UASD). Es presidente de la sección nacional dominicana del Instituto Panamericano de Geografía e Historia. Además, fue miembro del Consejo Superior del Centro Panamericano de Estudios e Investigaciones Geográficas (CEPEIGE) de Quito, Ecuador; exasesor del Senado de la República y vicepresidente del Consejo de Desarrollo Ecoturístico de la provincia de Hato Mayor (CODEPRHAM).

Dr. Manuel Emilio Colomé Hidalgo, Premio Fundación Corripio en Ciencias Naturales y de la Salud, categoría: Epidemiología.

El doctor Colomé es egresado de la UASD, posee un doctorado en Epidemiología y Salud Pública por la Universidad Rey Juan Carlos. Asimismo, ha realizado las maestrías en Investigación en Ciencias de la Salud y en Bioética y en Microbiología y enfermedades infecciosa. La Universidad Rey Juan Carlos (URJC), de España, reconoció como el mejor, su trabajo de investigación en Medicina Humanitaria, Salud Pública y Epidemiología.

Josefina Miniño, Premio Fundación Corripio en Arte, categoría: Danza Folclórica

Es una maestra y bailarina profesional en ballet folclórico, ballet clásico, top jazz, baile español, danza acrobática y afro jazz dominicana. Es una de las principales figuras artísticas de la República Dominicana, precursora y responsable del desarrollo de la danza folclórica en la región del Caribe. Fue primera bailarina y directora de la Escuela de Danza Popular de La Voz Dominicana, la primera mujer dominicana en presentar un espectáculo folclórico en el Madison Square Garden, y la primera en llevar el Ballet Nacional a Japón.

Guarionex Rosa, Premio Fundación Corripio en Comunicación, categoría: Periodismo/Trayectoria Profesional.

Es egresado de la Escuela de Ciencias de la Información Pública (Periodismo) de la UASD y ha sido asesor de diversas instituciones, notablemente del Ministerio de Finanzas, la Superintendencia de Pensiones, y otras. Inició su carrera periodística en Radio Noticias, de Radio HIN, en 1966. Fue fundador del desaparecido diario vespertino Última Hora, donde trabajó entre 1970 a 1978. En 1979 fue designado cónsul general de la República Dominicana en Washington, DC. En 1983 fue nombrado en el cargo de embajador en Ecuador. Posteriormente y hasta ahora ostenta la posición de embajador adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Fundación Rincón de Luz por el Premio de la Familia Corripio Alonso

Por contribuir con el desarrollo educativo, espiritual, físico y alimenticios de nuestros niños, adolescentes y ancianos.

¡Felicitaciones! Ustedes trascienden. Su obra lo avala. Este premio tan solo se lo reconoce. El trabajo que realizan, sus contribuciones a la sociedad, sus creaciones y logros son su manera de vivir más allá de los años físicos que nos han sido otorgados. Su obra, patrimonio del pueblo dominicano, lo afirma.

Hoy, animo a todos a reflexionar sobre el legado que deseamos dejar. ¿Qué es aquello por lo que desearíamos ser recordados? ¿Cuál es nuestra contribución única al mundo que nos acoge?

Cada uno de nosotros tiene el poder de crear algo que perdure. Puede ser una innovación que cambie el curso de la historia, un libro que inspire a las mentes jóvenes, una organización benéfica que mejore la vida de los menos afortunados, o cualquier otra forma de contribución significativa.

Lo importante es que la inmortalidad nos alcance mientras la perseguimos, trabajando activamente como lo han hecho y siguen haciendo nuestros galardonados para merecerla y que sea nuestro legado y nuestro propósito que nos dé esa oportunidad.

En resumen, recordemos que la vida es breve y valiosa, y si así lo decidiéramos, también plena. Trabajemos en proyectos que nos apasionen, dejemos nuestra huella en el mundo y, si alguien nos pregunta cómo alcanzar la inmortalidad, simplemente podamos decir «¡Estamos en camino!»

¡Muchas Gracias!