Ante la difícil situación a que están siendo sometidos los inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos, dominicanos en el Alto Manhattan, pidiendo reservas de sus identidades, manifestaron que han detenido las ayudas que proporcionaban a familiares con el objetivo de traerlos a esta ciudad, hasta que se defina la situación migratoria del presidente Donald Trump.
Sostienen que todo está muy difícil, “no le quieren dar trabajo por su condición de indocumentados, ya que el empleador puede ser multado con grandes cantidades de dólares”; “donde usted menos lo espera aparecen los agentes de inmigración y se llevan a todo el mundo”; “para hacer los papeles ahora es casi imposible” y “con todo esto se le puede ir por la borda todo el esfuerzo, es mejor esperar”, coinciden en manifestar.
En abril pasado, el gobierno del presidente Trump implementó una política de “tolerancia cero” con la inmigración ilegal, que lleva a procesar criminalmente a los adultos que llegan irregularmente al país.
En EE.UU., cuando los inmigrantes son detenidos por su estatus legal, tienen derecho a comparecer ante un magistrado que decide si deben ser expulsados o, si por el contrario, pueden permanecer en el país porque tienen derecho a tramitar una petición de asilo.
Pero el presidente Trump ha considerado que los inmigrantes que cruzan ilegalmente deben ser deportados “inmediatamente”, sin la oportunidad de comparecer ante un juez.
“No podemos permitir que esta gente invada nuestro país, cuando alguien entra, debemos inmediatamente, sin jueces o casos judiciales, enviarlos de vuelta por donde vinieron”, ha dicho Trump.