Donald Trump reconsidera su idea de enjuiciar a Clinton porque no quiere «dañarla»

Donald Trump reconsidera su idea de enjuiciar a Clinton porque no quiere «dañarla»

Washington. El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, dijo  que está reconsiderando su idea de designar a un fiscal especial para enjuiciar a Hillary Clinton por el escándalo de los correos, porque no quiere «dañarla» ni a ella ni a su marido, Bill Clinton.

«Voy a pensar en ello, no quiero hacerles daño», expresó Trump ante las preguntas de la periodista Lesley Stahl en el programa «60 minutos» del canal CBS, en su primera aparición televisiva tras ganar las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

«Quiero concentrarme en los trabajos, quiero concentrarme en la atención sanitaria, quiero concentrarme en la frontera y en la inmigración, y hacer un proyecto de ley de inmigración realmente bueno. Queremos lograr una buena ley de inmigración», afirmó el magnate, enumerando las prioridades de su futuro gobierno.

No obstante, Trump consideró que Hillary Clinton «ha hecho muy malas cosas» al usar servidores de correo privados para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013), lo que hizo que su rival demócrata en la contienda electoral fuese investigada por el FBI, aunque esta dependencia concluyó que no debían presentarse cargos contra ella.

El director del FBI, James Comey, fue el encargado de ordenar en julio el cierre de la investigación sin cargos, aunque once días antes de las elecciones sorprendió al anunciar unas nuevas pesquisas que no aportaron ningún elemento incriminatorio y, por tanto, fueron cerradas a dos días de los comicios.

La actitud de Comey despertó las críticas de Clinton y de Trump, quien tras alabar al director del FBI por resucitar la investigación volvió a cargar contra él y consideró que su actitud era la prueba de que el sistema estaba «amañado».

Preguntado sobre Comey, Trump dijo que le «respeta mucho» y aseguró que todavía no ha tomado una decisión sobre si le mantendrá o no en el cargo.

El puesto del director del FBI es independiente del devenir de las elecciones y, si el nuevo presidente de Estados Unidos lo desea, Comey podría seguir en su actual posición.