Economía y política en Europa Occidental: entre la incertidumbre y potencial transformacional

Economía y política en Europa Occidental: entre la incertidumbre y potencial transformacional

Fernando Álvarez Bogaert.

(2/4)

La coyuntura política actual en Europa Occidental manifiesta una creciente tendencia hacia el partidarismo político de derecha, auge sustentado en una polarización compuesta por factores:

a) Sociales

b) Económicos y

c) Culturales

Estos componentes se entrecruzan convirtiéndose en determinantes en la vida de esta región en medio de descontento social generalizado provocado por un proceso de inmigración, estancamiento económico y aumento en el costo de la vida que ha generado la crisis de la zona euro, con políticas de austeridad en muchos países del sur euro-occidental y la crisis de la zona euro, creando un sentimiento de abandono y frustración que los partidos de extrema derecha aprovechan para posicionarse electoralmente y lograr el favor de un electorado que se engrosa al descontento social.

Puede leer: Economía y política en Europa occidental: entre la incertidumbre y el potencial transformacional

La crisis de refugiados y la creciente inmigración, alimentada por los conflictos originados en el Medio Oriente y África, han sido aliados importantes en el discurso y auge de la extrema derecha la que se ha posicionado con estas argumentaciones como defensora de la soberanía nacional, expandiéndose y logrando el apoyo en muchos países, desde Francia hasta Italia, pasando por Polonia y Hungría, donde los movimientos populistas logran aumentar su influencia política.

El auge de la extrema derecha ha intensificado la polarización social, pudiendo afectar la cohesión y el capital político euro-occidental. Algunos observan en estos movimientos una oportunidad para fortalecer la autonomía y los intereses nacionales, otros temen que la falta de integración política debilite la UE amenazando principios claves como la libre circulación y cooperación económica.

El incremento de la extrema derecha refleja, además, una creciente desconfianza en las instituciones democráticas y gobiernos tradicionales que han demostrado incapacidad en resolver los problemas estructurales que enfrenta Europa Occidental. La falta de reformas, el estancamiento de la productividad y la crisis económica, ha generado la búsqueda de alternativas radicales. En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD), en Francia, Marine Le Pen y su partido Agrupación Nacional, Países Bajos, y el Partido Neerlandés por la Libertad, de Geert Wilders.

Uno de los mayores riesgos de este auge de la extrema derecha es la implementación de políticas proteccionistas y xenófobas que pueden generar importantes fricciones dentro de la UE y entre los países miembros. Estos partidos tienden a promover medidas que favorecen la retención de los recursos dentro de las fronteras nacionales, presentando la posibilidad de debilitar la cohesión interna y reducir la competitividad de Europa Occidental en un mundo globalizado. La implementación de políticas proteccionistas también podría derivar en el debilitamiento de acuerdos comerciales claves dentro del bloque.

A manera de conclusión, contrario a la polarización, la cohesión es fundamental para el crecimiento y desarrollo de esta región tan importante en la geopolítica mundial, pues, permitirá la creación de herramientas de política eficaces, mejorando y manteniendo su relevancia económica en un entorno globalizado donde gravita de modo decisivo la tecnología

En nuestra próxima entrega, algunos planteamientos para impulsar la economía euro-occidental.

Más leídas