La política monetaria es uno de los instrumentos para estimular una economía, en momentos de ralentización o recesión, o para disminuir la demanda agregada en caso de inflación, sin embargo, su efectividad es cuestionable si en el primer caso eleva la inflación por encima de la meta de las autoridades y en el segundo provoca desplome del crecimiento o recesión.
En RD el Banco Central en los últimos 4 años ha cambiado su postura monetaria pasando de la flexibilidad a la restricción y luego a la flexibilidad; por ejemplo en 2019, con un crecimiento de 5.4% a mayo, sin embargo, se liberaron RD$34 mil millones del encaje legal y se redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 5.5% a 4.5%, al cierre el crecimiento fue de 5.0%. ¿fueron exitosos los estímulos? Quizás podrá argumentarse que sin ellos el crecimiento hubiera sido menor, pero estaríamos en el terreno especulativo.
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Durante la pandemia a partir de marzo de 2020 se inyectaron RD$215 mil millones y se redujo la TPM de 4.5% a 3.0% y la economía decreció -6.72%; podría sostenerse que sin esos estímulos el desplome del PIB hubiese sido mayor, pero cuando nos comparamos con nuestros pares de Centroamérica el PIB de Nicaragua se contrajo -1.77, Guatemala (-1.79), Costa Rica (-5.62) y solo El Salvador (-7.95%) y Honduras (8.51%) tuvieron mayor caída y excepcionalmente Panamá con 19.84%, obviamente por el cierre del canal. Excluyendo a Panamá la caída del PIB en RD fue superior a la media de Centroamérica (-5.13%).
Con el inicio de la recuperación global se produjo un aumento de los fletes y la interrupción de la cadena de suministros, provocando una inflación global que fue retroalimentada momentáneamente por la invasión de Rusia a Ucrania; se generó una inflación por el lado de la oferta, pero en RD había un componente monetario. A mayo de 2022 la inflación ascendió a 9.47% y la subyacente (inflación monetaria pues se calcula excluyendo precios volátiles de algunos bienes) en 7.29%, vale decir en ese momento la inflación en RD tenia un alto componente por efecto de la política monetaria expansiva.
El inevitable ajuste comenzó en diciembre de 2022 y la TPM se aumentó de 3.5% a 8.5% en noviembre de 2022 y fue parcialmente efectiva ya que en junio de 2023 la inflación estaba en la mitad del rango meta con 4.0% y en diciembre cerró en 3.57%.
Parcialmente efectiva porque redujo la inflación, sin embargo los precios, especialmente de los alimentos, no bajaron y en muchos la inflación es superior a la inflación general, además, a pesar que desde el mes de abril 2023 se han desembolsado mas de RD$160 mil millones y se redujo la TPM en 150 puntos básicos, la economía en RD cerró en 2023 con un crecimiento de 2.36%, el más bajo en 32 años, salvo las crisis de 2020, 2009 y 2003, y el menor en relación a nuestros socios centroamericanos.
A pesar de esas inyecciones y una TPM de 7.0%, las tasas activas promedio ponderadas de los bancos múltiples han aumentado de 12.41% en junio 2023 a 14.93% en marzo de 2024 y la tendencia es al alza.
En conclusión, las diferentes posturas de política monetaria del BC, desde 2019 a la fecha, se podría decir que han exhibido un éxito relativo y en algunos casos altos costos como la elevada inflacion o el desplome del crecimiento económico.