El Albertina de Viena contrapone el Romanticismo protestante y el católico

El Albertina de Viena contrapone el Romanticismo protestante y el católico

Viena, Alemanía.- El museo Albertina en Viena acoge desde hoy la exposición “El mundo de los Románticos”, que contrapone el Romanticismo protestante del norte de Alemania y el católico que tiene su origen en Viena e incluye “El Coloso”, de la escuela de Goya, entre las obras mostradas.

La exposición, que podrá verse hasta el próximo 21 de febrero, recoge más de 170 obras representativas del movimiento romántico del siglo XIX, desde Caspar David Friederich al “Coloso”, atribuido a Asensio Juliá, un colaborador y discípulo de Goya aunque hasta 2009 se creyó que era del pintor aragonés.

A pesar de que el Romanticismo ya ha sido investigado de muchas formas”, esta exposición explora la “fisura” que supone este estilo artístico y que se manifiesta de forma distinta en el norte europeo protestante y la tradición católica alrededor de Austria, explicó hoy el director del museo, Klaus Albrecht Schröder.

Así, el simbolismo y lo metafísico del romanticismo protestante contrasta con una interpretación más lírica y terrenal.   “El Coloso”, que salió de los talleres de Goya, da la bienvenida al visitante en la primera de las once salas y muestra el aspecto más oscuro del Romanticismo junto con la pieza “El sueño de la razón produce monstruos” de la serie “Los Caprichos»; el “Bobalicón” de la serie “Los Provervios” y varias imágenes de “Los desastres de la guerra».

Los paisajes firmados por Caspar David Friederich captan el alma de los personajes, su alienación y sus conflictos a través de una naturaleza que puede ser agreste y difusa.

Sus barrancos, sus tormentas en el mar, sus paisajes nebulosos o las lunas veladas por la niebla simbolizan un mundo interior, divino, al que sólo se accede con la fe.   La exposición también muestra una nueva comprensión del retrato en la que el artista se aleja de los dioses de la antigüedad para introducir tópicos religiosos o mitos locales y lograr captar la moral y la integridad ética de la persona retratada.

Además, el movimiento de La Fraternidad de San Lucas, conocidos como “los nazarenos” y que provenían de la Academia de Viena fundada en 1809, proponen una renovación de la pintura religiosa a la que incorporan ideas románticas y se inspiran en los modelos del arte cristiano medieval y los primeros periodos del Renacimiento.

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