El arte urbano viste al Barrio Santa Bárbara

El arte urbano viste al Barrio Santa Bárbara

Santa Bárbara tiene una mística, un duende singular que se siente por las calles que bajan con ritmo suave hacia el río. Es un barrio con temperamento y carácter, un espacio urbano que se impone a la capital, por su garbo y su embrujo.

Ha resultado una grata sorpresa el atrevimiento de un grupo de artistas jóvenes que se decidieron a embellecer y transformar los espacios más relevantes del barrio Santa Bárbara, ubicado en la Zona Colonial. Hablamos de un barrio con mucha historia y monumentos arquitectónicos de todos los periodos y con casas que no podemos ubicarlas en el tiempo, pero que tienen tanto el sello y escudo colonial como republicano.

Este es un barrio que acogió el bautizo de Juan Pablo Duarte. Consideramos muy importante que justamente lo hayan seleccionado, sobre todo, que en los últimos cien años ha estado olvidado y descuidado, con muy poca intervención conservacionista. “Enclavado al noroeste de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, este sector creció de manera espontánea y sirvió de asentamiento a los trabajadores que extraían los materiales que dieron forma a las edificaciones coloniales. Con miras a rescatar sus paredes en ruinas, sus balcones llenos de olvido y sus calles bañadas de tristeza, un grupo de artistas locales e internacionales, actuaron de la mano del Centro de la Imagen y de Modafoca, logrando poner en marcha un proyecto que consiste en “exponer sus talentos en los principales espacios públicos de esta barriada, a los fines de promover su desarrollo y embellecimiento continúo”.

El Centro de la Imagen lidera esta iniciativa con la producción de Modafoca. Para dar a conocer esta iniciativa, los principales representantes del Centro de la Imagen y de Modafoca, Carlos Acero Ruiz y Jorge González, respectivamente, organizaron recientemente un encuentro con los habitantes de este sector, momento en que fueron donados varios contenedores de basura y fue presentado un programa de actividades enmarcadas en la iniciativa “Hoy Santa Bárbara”.

Once (11) murales muy coloridos fueron concebidos por los artistas: Gabz Lpa, Angurria, Cristian Pimentel, Gina Paola, Nathalie Ramírez y Leks. Así como pintores puertorriqueños invitados, entre los que citamos a Bik Ismo, Vero Rivera y Celso. Igualmente a Esteban del Valler de Nueva York, y el colombiano Ceroker, contado con la organización de Modafoca y otros auspicios de empresas privadas y públicas.

Esta encomiable iniciativa nos hace evocar a nuestro querido amigo Silvano Lora, quien finalizando el pasado siglo XX, organizó la Bienal Marginal que se celebró hasta el año 2000, casi partiendo “El Quijote de la Cultura Dominicana” como historiadores y críticos muy certeramente bautizaran a Silvano Lora. Siempre, este comprometido artista rompía los cánones de la cultural oficial. Combatiente como lo fue toda su vida de las mejores causas para este su pueblo que tanto amó. Parece un hecho insólito que todavía los espacios utilizados por la Bienal Marginal no hayan sido priorizados para su preservación. Pero, aún se pueden disfrutar los lienzos, murales, graffiti, que realizaban los artistas no tradicionales, a quienes no les ofrecían las posibilidades de participar en las bienales de artes plásticas y visuales en una visión desfasada y atrasada de “cultura”.

Hace unos años, el artista documentalista y creador de videos Oscar Grullón, quien formó parte del comité organizador en cuatro de las cinco bienales realizadas, dijo que se hicieron en ese lugar por su historia: “Santa Bárbara fue el primer barrio marginal de América, la parte de atrás del Alcázar de Colón, donde encerraban a los esclavos antes de ser vendidos en La Plaza. La primera Bienal Marginal se celebró en 1992 en oposición a la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América, como respuesta al deterioro y al hacinamiento existente de los límites de la Ciudad Colonial”, apuntó.

Así como bien dijo el intelectual y exministro de Cultura Tony Raful: “Este espectáculo convirtió el barrio de Santa Bárbara de la ciudad intramuros, en una zona liberada, habitada por pintores y artistas donde la cultura asumía un rostro y contenido humano, esencial para el disfrute de sus moradores y los excluidos”. La Bienal Marginal no solo sirvió para proteger del desalojo a los habitantes de Santa Bárbara, sino que se convirtió en un fiesta en la que se mezclaban las clases sociales; en un escenario para que jóvenes talentos se dieran a conocer y en una forma de exaltar la labor artística de muchos anónimos que, a partir de entonces, mostraban sus creaciones a cientos de personas interesadas en conocer toda una obra hecha por una comunidad que dirigía un artista incansable.

Nos place poder disfrutar del trabajo de las nuevas generaciones en intervenciones en barrios, espacios públicos, logrando realizar trabajos de arte en cualquier medio, planeados y ejecutados con la intención específica de la localización, o para el dominio público, generalmente exterior y accesible a todos (a manera de ejemplo: el grafiti, o arte callejero). Al igual que en los últimos años el muralismo se ha convertido en el movimiento artístico-cultural más grande que se haya registrado en la historia del arte. Esa es la gran importancia del “Hoy Santa Bárbara”, lo que permite que los visitantes vivan esta enriquecedora experiencia de arte al aire libre.

Considero interesante referirme a un artículo que escribí sobre el graffiti, donde planteé lo siguiente: No hubo mayor expresión gráfica visual espontánea de calle que el graffiti durante finales de las décadas del 60, y de los 70. En las paredes de las principales urbes del mundo vociferaban y declaraban sus ansias, sus deseos, sus infiernos y sus sueños con máximas declamatorias, denunciadoras, acusadoras y la vez, utópicas e inmensamente ingenuas.

Las paredes de San Francisco de California fueron las primeras que en los años “pop” llamaron a la paz, al amor libre y al cese de la guerra en Vietnam. La ciudad liberó la palabra de las nuevas generaciones pacifistas convirtiendo esta en un auténtico manifiesto visual y conceptual de ¿“beat generation”? y del movimiento hippy. Por ser un espacio de nadie y de todos por estar expuesta abiertamente al transeúnte anónimo, la pared provoca la expresión apresurada urgente, prohibida, clandestina, misteriosa e inquieta. Así es como surgen los graffiti, espontáneamente y nacidos de la presión, en imágenes tentadoras seductoras y muchas veces, casi siempre salpicadas de inteligencia y creatividad.

Celebramos que en Santo Domingo, existan y participen en propuestas públicas, artistas como Kilia Llano, quien es una de las mejores ilustradoras del país, por muchos años en el Listín Diario, en reconocidas editoriales, ilustrando libros y revistas de gran calidad, y como docente. Esta creativa artista se atrevió hace unos años a incursionar en nuevas técnicas del arte escultórico. Su obra tiene un profundo discurso. Ella es de las que se lanzaron hace tiempo a realizar los grandes formatos de sus dibujos en paredes públicas, y es ejemplo de mujer siglo XXI.

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