El chantaje sobre la ley y la razón

El chantaje sobre la ley y la razón

César Pérez

El debate sobre el proyecto de ley integral sobre Trata de Personas Explotación y Tráfico Ilícito de Migrantes constituye un lastimoso ejemplo, no sólo de intolerancia y violencia verbal, sino de recurso al miedo y la mentira al que muchos incurren para imponer sus posiciones Esa ley, como todas, parte de un preámbulo o declaración de intención donde se plasma claramente su objetivo, que no es otro que limitar al máximo la trata de personas. Una práctica ilícita en la que se cometen las más degradante explotación y abuso a personas vulnerables, reduciéndolas a condición de esclavos a hombres y/o niños en centros de trabajos y a mujeres y/o niñas en burdeles como objeto sexual.

Si se lee detenidamente el contenido del proyecto de ley no se encontrará ninguna imposición foránea que pueda lesionar la soberanía del país. Por lo tanto, constituye otra falacia más del conservadurismo ultranacionalista, decir que esta está diseñada para promover “campos de refugiados haitianos en el país”. Un mito. Esa ley nada tiene que ver con la migración haitiana, venezolana, ni con la que viene de otros países de la región. Con ella, los organismos internacionales buscan enfrentar una de las prácticas migratorias organizadas por redes criminales en todo el mundo, buscando coordinar políticas que ayuden a enfrentar esas redes.

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En ese sentido, resulta inaceptable que sectores de las élites dirigentes de principales iglesias dirijan un desafinado coro de tergiversación y falacias sobre el espíritu del referido proyecto de ley y que el partido que hace 8 años, como gobierno, firmó sus contenidos, el PLD de entonces, hoy la rechace impúdicamente; al igual que comunicadores reaccionarios de vieja data recurran a la mentira y manipulación, hayan obligado al gobierno a retirarlo de las cámara legislativas. Si el gobierno retrocede ante el embate de la bestia de la intolerancia, lo hace no sólo porque el tema migratorio en nuestro país constituye un recurso de campaña política, sino porque en su seno tiene parte de esa bestia.

Comete otro yerro, retirando nuevamente una iniciativa legislativa, sumando cinco con la de ahora, a saber: el Fideicomiso de Punta Catalina, la Creación de impuestos a varios servicios, el de la Ciberdelincuencia, la Creación del Ministerio de Justicia y las dudas sobre cómo tratar la Ley Extinción de Dominio.

Cuando el chantaje termina imponiéndose sobre justicia, la ley y la razón se crea incertidumbre. Quizás por eso el talento joven que se va del país, llevándose luego a sus padres. No va lejos una nación que pretende construir su identidad sobre la base de la manipulación de los hechos del pasado y del presente.

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