El general Felipe Vásquez aparece en nuestra historia a propósito de la proclamación de La Vega a favor de la independencia el 4 de marzo de 1844 y los aprestos organizativos de Santiago ante el avance haitiano para su enfrentamiento el 30 de marzo del mismo año.
El acto de adhesión de La Vega se llevó a cabo en los salones del ayuntamiento, donde fueron convocados Vásquez, en su calidad de gobernador del Departamento de La Vega, y el comandante de armas, coronel Manuel Machado, después de haberse disparado tres cañonazos al izarse la bandera nacional.
Una vez las tropas que favorecieron la separación confluyeron en la ciudad de Santiago los Caballeros y lograron la rendición del general Alexandre Morriset, comandante del Departamento de Santiago, Vásquez quedó encargado de la gobernación de Santiago.
Con esa calidad, Vásquez hizo llegar a la junta municipal de San José de Las Matas paquetes de cartuchos y lanzas e incluso envió un armero para componer los fusiles y demás armas descompuestas y requirió el pronunciamiento de Monte Cristi, que tuvo efecto el 20 de marzo de 1844, y que estuvo a cargo del teniente José Desiderio Valverde.
Pero de acuerdo con Pedro Eugenio Curiel, sus esfuerzos organizativos fueron fallidos y no pudo cohesionar las fuerzas de que podía disponer, recayendo temporalmente el mando de la plaza santiaguera en el coronel Toribio Ramírez.
Vásquez tenía entonces 62 años, pues había nacido en Hincha el 20 de julio de 1782.
Fue hijo de Pedro Vásquez y Ana de la Cruz Hernández. Su padre (n. circa 1739 – Santo Domingo, 27 abril 1817), quien llegó a alcanzar el grado de capitán y participó en la batalla de Palo Hincado, fue sepultado en la bóveda de los Dolores de la iglesia de Santa Bárbara. Vetilio Alfau Durán dice que los esposos Vásquez Hernández abandonaron Hincha a fines del siglo XVIII, acosados por los haitianos, se radicaron temporalmente en Puerto Rico y regresaron “en los días de la Reconquista”.