Por Wendy Berroa Hernández
Uno de los grandes acompañantes del maquillaje en los últimos años es el iluminador. Alabado por muchos, y rechazado por otros, lo cierto es que este maravilloso producto ha llegado para dar luz y complementar el maquillaje.
La función principal de este producto es dar luz y a la vez esculpir la zona T del rostro que quieres resaltar, ya que aporta volumen, maximiza las dimensiones y coloca en primer plano el área que quieres realzar.
Casi siempre lo vemos en la frente, tabique y barbilla. Muchas jovencitas lo colocan en el pómulo sobre el rubor para dar ese toque jugoso y luminoso que hace resaltar el área luciendo una piel sana y brillante, aportando armonía entre las demás áreas.
Y es que el iluminador da ese tono atractivo al rostro. Este producto lo puedes encontrar en diversas versiones en crema, en polvo y hasta en gloss.
¿Para qué sirve el iluminador?
Básicamente es utilizado para dar ese efecto luminoso en zonas estratégicas del rostro, es como el llamado de atención en el maquillaje, si quieres resaltar la mirada, coloca un poco de iluminador en el lagrimal, sobre el hueso debajo de las cejas y así crearás ese efecto llamativo y maximizarás tu expresión.
Cómo se consigue ese efecto luminoso.
Los iluminadores están compuestos por micro-partículas brillantes, que tienen la función de atrapar la luz y hacer que el rostro se vea radiante de forma natural y crean esa jugosidad natural que irradia una piel sana.
Es trascendental que sepas diferenciar los iluminadores de los correctores, pues son productos totalmente diferentes tanto en su función como en su aplicación.
Las presentaciones más habituales
- Iluminadores líquidos: que acostumbran a ser en formato lápiz con su respectivo pincel.
- Iluminadores en formato polvo.
- En gel.
¿Cómo usar o aplicar iluminadores en el rostro correctamente?
Según el formato del iluminador que elijas debes aplicarlo según las intrucciones que contenga la etiqueta del empaque, tambien las recomendaciones para guardarlo. Si usamos un iluminador en formato lápiz, deberemos aplicarlo en las zonas comentadas, antes o después de la base de maquillaje, o si no deseamos aplicar la base de maquillaje, también podemos aplicarlo solo.
Podemos difuminar el producto con las yemas de nuestros dedos o bien con un pincel de difuminar, haciendo movimientos circulares hasta obtener el acabado deseado. Si se trata de un iluminador en formato polvo, deberemos aplicarlo con un pincel biselado en la zona T del rostro y en los pómulos.
¿Cuánto producto debemos aplicar?
A veces pensamos que al utilizar mucho producto el efecto será mayor, lo cierto es que en este caso, colocar mucho no es recomendable, entonces, ni mucho ni poco, debemos ser generosos, pero no exagerar. Si nos excedemos en su aplicación, obtendremos el efecto contrario al deseado.
Por ejemplo, si tienes la piel grasa el exceso de producto se acumularía en las líneas de expresión, haciendo que estas resalten más. Pero si aplicamos poco producto, el resultado sería tan sutil que apenas sería apreciable.
Lo recomendable es manejarlo conforme a tu tipo de piel, es decir, si eres de piel grasa lo ideal sería utilizar un iluminador en formato polvo. Si tu piel es seca, utiliza un iluminador en formato líquido o crema.
En cuanto al tema de esculpir el rostro con iluminador, si tu cara es redonda, es recomendable utilizar un iluminador oscuro, en caso contrario, deberás utilizar un iluminador claro si quieres conseguir aplanar superficies puntiagudas, como por ejemplo, pómulos muy prominentes.