El Premio Nacional de Artes Plásticas era el laurel que ha coronado a maestros de alta reputación, obra sobresaliente y méritos especiales, culminando en genio creador.
Desde hace pocos años, esta premiación tradicional, otorgada por el Ministerio de Cultura, ha ampliado las categorías tomadas en cuenta, por la evolución misma del arte dominicano, y de Premio Nacional de Artes Plásticas ha pasado a ser Premio Nacional de Artes Visuales.
Con una breve excepción que elevó a cuatro el número de los premios, ha vuelto a ser por decreto un solo premio, restablecimiento esperado y bienvenido.
Said Musa es el ganador para el año 2022. Creemos que nunca una premiación había suscitado tanta satisfacción, y tampoco esta elección –histórica para el arte nacional- se había desarrollado en un clima que llamaremos ideal.
La unanimidad del Comité competente, después de un ameno intercambio de propuestas, pronto coronó al maestro Musa, efusivamente felicitado por la ministra Milagros Germán. El se emocionó mucho, y todos los presentes compartían esa dicha… Fue un hermoso ejemplo cultural y afectivo.
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Said Musa, gran artista plural
Said Musa es también un ejemplo para la vida artística dominicana.
Suelen celebrar en los artistas contemporáneos jóvenes la pluralidad de sus talentos en varias categorías. De hecho, casi siempre hubo esta dedicación múltiple, y un artista maduro y consagrado como Said Musa lo ratifica.
Es a la vez dibujante, pintor, escultor, ceramista, excelente en estas cuatro definiciones. Además, pueden aliarse en una misma obra, como se demostró en su exposición de la Casa Mella Russo -que posee una verdadera colección-.
Ahora bien, es en la cerámica que él ha promovido, llevado a muy alto nivel, expandido hasta vastos murales, donde se le reconoce singularmente. Un magnífico ejemplo fue el mural del conjunto de la 27 de Febrero, y hay muchos más. Así uno espléndido se explaya en el Centro Cultural Perelló.
Altos en colorido, dinámicos en diseño, sus murales alían las mitologías, locales y antiguas. Su escultura no solo experimenta dimensiones y proporciones, sino también la combinación de materiales. Y una extrema habilidad gráfica se asocia al “clamor” pictórico, sin traicionar jamás el buen gusto.
Said Musa, maestro en la figuración, interpreta el cuerpo humano de manera espectacular, pero, en distintas vertientes estilísticas como en una nueva imagen, domina la abstracción. El investiga la cultura popular y la dominicanidad, e igualmente plasma fuentes universales.
Una obra formidable, deslumbrante de ritmo y color, aunque efímera, fue cómo él pintó el maestro carnavalesco Juampa. Lo perennizó la cámara de Mariano Hernández, su fotógrafo favorito.
Algo más
Nacido en 1956 en Santo Domingo se formó profesionalmente en la Escuela Nacional de Bellas Artes, y, muy joven, frecuentó el taller de Jaime Colson, teniéndole veneración. Presentó varias exposiciones individuales en el país y en el exterior, participó en colectivas –así, cautivó la mirada con cerámica en Arte Berri-.
Ganó Premios de Escultura en la Bienal Nacional y el Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. Ha sido director Artístico del Centro Nacional de Artesanía, cambió su orientación e impuso la cerámica.
Residiendo y trabajando en Santo Domingo, su taller de la Ciudad Colonial es un sitial…
Otras virtudes le distinguen. Es hombre de bien, de valores y de gran cultura, permanente cooperador. Su encanto personal empieza por el temperamento afable y la comunicación amistosa. De esta personalidad altruista a una maestría profesional totalizante, es un Premio Nacional de Artes Visuales que amerita el mayor respeto y entusiasmo, ¡no nos cabe duda!