Desde hace 9 días, la provincia más austral de la Argentina enfrenta temperaturas muy bajas. El lunes pasado, las ciudades de Río Grande y Tolhuin tuvieron registros bajo cero. En la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Ushuaia, las marcas mínimas fueron de 0 a menos 5,5 grados en todo el mes.
Ayer, el frío sorprendió con otro efecto: las salpicaduras del mar quedaron congeladas por la combinación de registros específicos de la temperatura, el viento y el agua.
Ese fenómeno natural ocurrió cerca de San Sebastián, un paraje a 94 kilómetros al norte de Río Grande. El lunes y el martes, en esa ciudad, la más poblada de la provincia, las temperaturas mínimas fueron entre -10 y -13 grados. Las imágenes fueron compartidas a través de las redes sociales y se observa cómo el agua salpica y queda congelada en la playa.
Durante los días pasados, rigieron alertas rojas para la provincia en diferentes momentos porque el frío extremo puede generar impactos en la salud de la población en general y no sólo en las personas que pertenecen a los grupos más vulnerables, como los mayores.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional, la comunicadora Cindy Fernández explicó que el pasaje del agua desde el estado líquido al sólido en el mar cercano a San Sebastián se debió a una combinación de factores.
“Toda la región de la Patagonia fue afectada por aire muy frío, de origen polar. En Tierra del Fuego, las temperaturas han sido muy bajas, algo frecuente cuando se produce la irrupción de aire fresco”, comentó.
“Que se haya congelado el mar no está tanto relacionado con el frío en sí mismo. Lo que ocurrió es que la temperatura estuvo en un pequeño rango que es el que necesita el agua para congelarse combinado con que que hubo poco viento, y las olas se movían pero poco”, afirmó Fernández.
El paraje de San Sebastián se encuentra sobre la continuación de la Ruta Nacional 3 en el sector insular, cerca de la bahía del mismo nombre. Ese lugar es el área más importante de una reserva costera de relevancia internacional para la supervivencia de diversas aves costeras migratorias, que llega hasta el sur, en el cabo San Pablo.
El investigador superior del Conicet en Tierra del Fuego, el geólogo Jorge Rabassa, dio a Infobae la explicación sobre las razones del cambio en el estado del agua. “Las salpicaduras de las olas del mar se van congelando y se acumulan unas sobre otras. No es que se congelen las olas”, enfatizó.
“Las gotas de agua de las salpicaduras se congelan en contacto con el aire y se adhieren a cualquier superficie”, señaló el científico.
Hubo otros efectos en la zona de Río Grande. Se congeló el agua de las cañerías. Para evitar eso, los habitantes saben que es recomendable que dejen correr un poco el agua para no sufrir los congelamientos.
Desde la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios se dispuso el martes restringir, desde las 14.00 y hasta las 20.00, el servicio de agua potable en la zona céntrica de Ushuaia y en diversos barrios para recuperar los niveles de almacenamiento de agua potable, detallaron en El diario del fin del mundo.
Además de Tierra del Fuego, otras provincias que forman la Patagonia argentina transitan uno de los períodos con mayor caída de nieve de los últimos tiempos y desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticiparon que se esperan nuevas nevadas, lluvias y fuertes vientos.
Se emitió un alerta oficial de nivel amarillo por vientos fuertes con ráfagas localmente superiores a 100 kilómetros por hora en la costa central patagónica a partir de la noche del martes y seguirá hoy miércoles. En el centro y oeste de la provincia de Neuquén se pronosticaron las intensidades más fuertes, con ráfagas superiores a 120 kilómetros por hora.
La Patagonia es hoy la región con temperaturas más bajas en América. Aunque si no se tienen en cuenta los polos del planeta, puede decirse que la región del extremo sur de América, que incluye territorios de la Argentina y Chile, tuvo el lunes las temperaturas más bajas del mundo.
El frío extremo tiene su explicación como informó Infobae el lunes 24 de junio. “De la misma manera que sucedió en mayo pasado, hay un centro de alta presión sobre el Océano Pacífico, instalado entre la Patagonia y la Península antártica, y ha contribuido a inyectar masas de aire frío desde latitudes antárticas hacia el Cono Sur”, señaló el investigador en climatología del departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, Raúl Cordero Carrasco.
Durante el fin de semana pasado, las nevadas continuaron sobre la meseta de las provincias de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén, donde la nieve puede acumular entre 15 y 60 centímetros. Este fenómeno también se registró en las zonas costeras de las provincias de Chubut y Santa Cruz, aunque con valores inferiores.
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