La vida es servir a los demás,y en esencia esta es la base del mercadeo, el poder apelar a las necesidades de los demás, en un principio el mercadeo era puro intercambio, un intercambio que se originaba de las necesidades de los miembros de la comunidad, hoy en día es un poco mas complejo pero el principio sique siendo el mismo, servir, algo que a las empresas dominicanas con frecuencia se les olvida.
Como decía el filósofo Tagore en cuanto al servicio “Dormía y soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que el servicio era alegría.” Y es que esta frase utópica conlleva una realidad, la vida es servir, y cuando se hace con la intención de aportar a la sociedad con mi oferta, más que la búsqueda de las utilidades, entonces, el producto ciertamente está siendo provechoso.
Para nadie es un secreto que el servicio al cliente en las empresas dominicanas es un aspecto que podría mejorar, y aunque algunas instituciones han trabajado en este aspecto, el colectivo de estas todavía se encuentran rezagadas. Llamar a la compañía que le provee el servicio telefónico, para que le responda un estudiante de arquitectura que está cerca de su hora libre, que le atiende con desdén y le da respuesta a su inconveniente mas no le soluciona, y usted con poco tiempo y ahora más incómodo por la situación se indigna al escuchar la petición del joven para llenar la encuesta de satisfacción al cliente (que para empezar no está satisfecho y está considerando si seguirá siendo cliente).
Las compañías deben entender que el activo más importante de la empresa son los empleados y mientras no se invierta en su bienestar ellos no trabajaran por el bienestar de la empresa (o no de una manera genuina). El servicio al cliente dominicano tiene muchos camino por recorrer y el primer paso se da evaluando el sentir de los empleados.