Desde 1998, en el universo tecnológico de desarrollo de software se habla del llamado “Código abierto” (open source como se le conoce en inglés), una tecnología que surgió como alternativa al software tradicional, en el cual la propiedad intelectual del código pertenece a la empresa que lo comercializa; mientras que el código abierto no prioriza la propiedad intelectual y cualquier desarrollador, empresa, institución, colectivo, puede tomarlo y utilizarlo.
En las últimas dos décadas, el código abierto se ha venido consolidando en el aliado clave de las grandes empresas y en un habilitador de la transformación digital en estas. A lo largo de este tiempo, varias empresas se han dedicado al desarrollo de código abierto, pero ha sido la compañía estadounidense Red Hat la que ha liderado este universo de innovación, colaboración y desarrollo de tecnología para múltiples sectores empresariales.
Desde 1993, Red Hat ha potenciado y expandido el concepto de “abierto” del software y su desarrollo ha otros campos, logrando ser nombrada por la revista Forbes como la cuarta empresa más innovadora en el 2012. Para el presente año 2020, la compañía cuenta con cerca de 13 mil colaboradores en todo el planeta y genera ingresos cercanos a los cuatro mil millones de dólares al año.
Dentro de los conceptos que el código abierto ha ido evolucionando con Red Hat a la cabeza, y que hacen de esta empresa y su trabajo muy interesantes para sus clientes, es el de ver las equivocaciones como una forma disponible de aprendizaje; un camino de adquirir información no esperada sobre el conocimiento que se tenía en la organización y sus áreas y de esta forma mejorar sus resultados a mediano y largo plazo, es decir, el error y su corrección puede acrecentar el valor de la oferta de soluciones y de productos de una organización.
Cultura Abierta
Pero, ¿cómo es esto posible, sostenible y verificable? Los expertos de esta compañía líder en tecnología explican que programar y desarrollar software tiene mucho que ver con cómo se entienden, encaran y solucionan problemas, grandes, pequeños, cotidianos o estructurales, simples o complejos, así como la capacidad de sumar personas e ideas de manera ágil y permanente a ese proceso.
Esta capacidad es lo que hace la diferencia y Red Hat lo llama Open Culture, o Cultura Abierta en español, y la desarrolla y extiende a sus clientes y socios. Esta Cultura empodera el compartir ideas, la transparencia, inclusión, adaptabilidad y colaboración entre diferentes actores. Es decir, es una cultura que tiene como base el encontrar soluciones a problemas de negocios y desarrollar soluciones tecnológicas disruptivas a partir de construir, mantener y potenciar formas abiertas de intercambiar conocimiento.
“Las empresas con características abiertas son organizaciones que tienen la participación máxima de sus colaboradores para capturar el conocimiento y la inteligencia de una forma mucho más amplia, participativa e inclusiva potenciando al negocio y a la empresa, es lo que llamamos “cultura abierta””, explicó Martha Ardila, Gerente de ventas en Cento América y El Caribe (CEACA) para Red Hat.
Para Ardila, la cultura abierta va más allá de la tecnología, también debe de verse como un modelo de cultura organizacional que aprovecha los aprendizajes y conocimiento de los desarrolladores, y se enfoca en potenciar a los equipos de trabajo y sus metodologías.
El tema de cultura abierta es sumamente importante para el éxito de las empresas en plena era digital. El listado de beneficios va desde brindar una mayor capacidad en la toma de decisiones, lo cual se refleja en el aumento de la eficiencia de los procesos y equipos de trabajo. También por las dinámicas de colaboración, una empresa adquiere la capacidad de capturar, nutrir y fortalecer más fácil y rápidamente el conocimiento y las ideas de su gente de manera inclusiva. En este mismo sentido, la cultura abierta potencia el uso de tecnologías aprovechando al máximo su utilidad y oferta, y así, fortalecer y enriquecer la relación software, colaboradores y clientes.
En este sentido, durante el 2020 se expandirán diferentes tendencias que servirán para impulsar la Cultura Abierta en el mundo de los negocios para su transformación según Red Hat:
- Entornos inclusivos en cuanto a géneros, culturas, disciplinas y experiencia.
- Transparencia en procesos objetivos e intereses para alinear a sus colaboradores.
- Equipos altamente colaborativos lo que implica espacio, prácticas cotidianas y herramientas.
- Crecimiento de la figura de comunidad como ambiente adecuado para la innovación y la ejecución efectiva.
Los retos
“En 2019, el crecimiento de Red Hat superó todas las expectativas, logrando crecer a más de dos dígitos en Centroamérica, y para el 2020 buscamos mantener y superar este crecimiento, gracias a que contamos una mayor madurez en nuestros proyectos productivos con nuestra creciente cartera de clientes y nuestro diferencial cultural”, expresó Martha Ardila.
Para el 2020 Red Hat tiene los ojos en el mercado del Caribe, donde busca aprovechar el desarrollo de la tecnología 5G para la implementación de las soluciones Open Source en los sistemas productivos. Para lograr este reto, la colaboración con los clientes locales será esencial y así lograr ventajas competitivas que ayuden a lograr sus objetivos.
Además, la experta señaló que el gran reto de la transformación digital para las empresas se encuentra en la adopción de nuevas culturas de trabajo acordes con los cambios tecnológicos, pero más allá de la tecnología, incluso. “El desafío actual tiene que ver con la transformación cultural. La transformación digital es lo que sucede a las organizaciones mientras adoptan nuevas e innovadoras maneras de hacer negocios y procesos de trabajo. Y en el Open Source encuentran una herramienta que facilita el cambio de cultura organizacional y facilita el crecimiento de la productividad y los negocios”.