A mi amigo el Dr. José Luis Taveras
Parte I
Cuando el artista está vivo en cualquier persona, cualquiera que sea su tipo de trabajo, se convierte en una criatura inventiva, buscadora, audaz, auto-expresiva. Se vuelve interesante para otras personas. Perturba, altera, ilumina y abre caminos para una mejor comprensión. Donde aquellos que no son artistas están tratando de cerrar el libro, lo abre y muestra que todavía hay más páginas posibles.
Robert Henri, pintor americano.
En el mundo digital de hoy, el mayor desafío para las organizaciones es saber gestionar y adaptarse a los cambios. La respuesta es incorporar rápidamente a la sociedad la innovación impulsada por los usuarios. Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Si bien las grandes organizaciones no suelen tener problemas para expandirse, les cuesta ser ágiles mientras que a las startups les ocurre lo contrario.
Son tiempos en que “no es el pez más grande el que se come al pequeño, sino el más veloz”. Por eso el éxito reside en entender que en la innovación digital está la clave para alcanzar eficazmente ambos objetivos. Muchas organizaciones decidieron acabar con la compartimentación del trabajo y empezaron a crear espacios para fomentar el pensamiento creativo. Nuestros próximos dos artículos estarán dedicados precisamente a exponer este tema tan primordial en nuestros tiempos en que la humanidad está en medio de revoluciones y cambios disruptivos, que van más rápido que su capacidad de asimilarlos.
La palabra pensamiento proviene del verbo latino “pensare” sinónimo de “pensar” o “reflexionar”, mientras que creativo procede de “creare”, también un verbo latino que puede traducirse como “engendrar” o “producir”.
Guilford, afamado psicólogo estadounidense, diferencia dos tipos de pensamiento: convergente y divergente. El pensamiento convergente consiste en la generación de ideas partiendo de una información dada y para el que solo existe una respuesta correcta. El pensamiento divergente, por su parte, consiste en la generación de una variedad de ideas o de soluciones a partir de una información dada, todas ellas viables dentro de la libertad que puede ofrecer el problema.
Para él, las aptitudes que son directamente responsables en el éxito del pensamiento creativo son las siguientes:
– Fluidez: capacidad de producir un gran número de ideas o respuestas para resolver un determinado problema.
– Flexibilidad de pensamiento: entendido como la habilidad para considerar una amplia variedad de soluciones diferentes a un problema.
– Novedad u originalidad de ideas: destreza de producir respuestas inusitadas e ingeniosas a partir de premisas muy distantes o remotas.
– Elaboración: habilidad para diseñar o construir una estructura de acuerdo con las informaciones obtenidas. Implica desarrollar, mejorar el producto con un gran número de detalles y con un alto nivel de análisis.
El creciente desempleo requerirá, en algún momento, que el sistema educativo instrumente urgentes reformas que, por lo menos, capaciten laboralmente a una creciente masa laboral.
Es el maestro el máximo responsable de cumplir este reto que plantea la sociedad, pues el maestro es quien concibe, organiza y desarrolla el proceso docente. Es el mediador del comportamiento espontáneo y original de los alumnos a cambio de una conducta ordenada de pensamiento, orientada hacia el rendimiento y adaptada a las normas generales.
Como ejemplo tenemos a China, en la que hoy, se conserva parte del antiguo método de enseñanza mediante la memorización. Sin embargo, el gigante asiático ha hecho un progreso educativo extraordinario durante los últimos diez años, convirtiéndose en una de las naciones más dinámicas del mundo. Actualmente, tienes en Inglaterra, Estados Unidos y Australia, más de un millón de jóvenes estudiando en las mejores universidades del mundo.
En el próximo artículo expondremos lo importante que se ha vuelto el desarrollo de este tipo de pensamiento en las escuelas, para evitar la brecha que existe en la actualidad entre la educación y el tipo de trabajos que demanda una sociedad sacudida por cambios permanentes y disruptivos.
Investigadora asociada: Andrea Taveras.