El perfil costero de la República Dominicana se caracteriza por ser irregular,de escarpados arrecifes y tierras pantanosas que forman espectaculares paisajes y que acogen alrededor de 1,496 especies marinas.
El área costera dominicana cuenta con aproximadamente 1,576 kilómetros limitada por el Océano Atlántico por el norte y el Mar Caribe por el sur.
Un total de 16 de las 32 provincias dominicanas son costeras y la mayoría de ellas orientadas hacia el turismo y la pesca, actividades que en mucho de los casos no se hacen de manera sostenible.
Se trata de una publicación del Centro de Investigación de Biología Marina (CIBIMA) denominada Estudio Preliminar sobre la Biodiversidad Costera y Marina de la República Dominicana..
El estudio indica que existen 41 localidades de costas rocosas, 141 lagunas costeras, 19 estuarios, 17 regiones arrecifales y más de 20 manglares.
Por un lado, la costa atlántica se extiende desde la desembocadura del río Dajabón hasta Cabo Engaño, y la costa del Caribe va desde Cabo Engaño hasta la desembocadura del río Pedernales.
En ambos lados el perfil costero dominicano está dominado por un número considerable de puntas, bahías y cayos, pero muy especialmente al norte.
En la costa noroeste, desde Pepillo Salcedo hasta las proximidades de Luperón, existe un importante sistema de manglares y corales así como de áreas pantanosas asociadas al río Yaque del Norte.
En el perfil costero del Atlántico por ejemplo, desde el extremo noroeste, a partir de Pepillo Salcedo hasta las proximidades de la bahía de Icaquito, se piensa establecer el Parque Nacional Manglares de Estero Balsa. El sistema de mangles que existe en esa área puede ser considerado segundo en importancia después de los de la bahía de Samaná.
Los manglares han sido reconocidos como uno de los sistemas tropicales más productivos cuya función principal es proveer nutrientes a las aguas que por lo general están pobres, también como trampas de sedimentos protegiendo los ecosistemas de las costas como es el caso de las comunidades de corales.
También actúan como barreras en caso de tormentas peligrosas y de hábitat para muchas especies y mariscos comestibles.
La misma importancia tienen los arrecifes de corales que realizan una función similar a la de los manglares: ofrecer hábitats favorables para muchas especies con sus nutrientes y protegen las playas de la erosión, además de ser una atracción turística.
Los arrecifes de corales son muy susceptibles a la turbiedad de las aguas; por esa razón se precisa de constantes monitoreos y manejo sostenible del turismo y la agricultura.
Desde la bahía de Icquito las áreas pantanosas y de corales continúan hasta Luperón donde se destaca la importancia de dos áreas protegidas propuestas en el Proyecto de Ley de Areas Protegidas que cursa en el Congreso Nacional como son los casos de el Parque Nacional el Morro que se extenderá desde la bahía de Icaquitos hasta los alrededores de Punta del Gran Mangle.
Asimismo cabe destacar la pretensión dentro del mismo proyecto de crear el Santuario de Mamíferos Marinos de Estero Hondo que se extendería desde Punta Rucia hasta la playa la Poza de Marigante.
Desde Luperón comienza toda una área caracterizada por playas y promontorios rocosos. En la misma bahía de Luperón el Proyecto de Ley Sectorial de Areas Protegidas propone el Refugio Silvestre Bahía Luperón que protege todo el sistema de manglares y corales del balneario Playa Grande, Caño Quintano, Arroyo La Poza y Puerto Henríquez.
En esta extensión costera hay pocos sistemas de corales o mangles excepto en una porción en Punta Cabarete. Dentro de esta área se ha propuesto bajar de categoría de Parque Nacional a Monumento Natural el Cabo Francés Viejo. También el Santuario de Mamíferos Marinos Banco de la Plata y de la Navidad que incluye el litoral costero de Cabrera y el de los Parques Nacionales Cabo Cabrón, Cabo Samaná y el Refugio Silvestre La Gran Laguna o Perucho desde la desembocadura del Río Bauí hasta la playa de Boba junto a la Gran Laguna.
Hacia el nordeste de la costa atlántica se encuentra el más extenso sistema de playas que se extiende desde Miches hasta Cabo Engaño. Al nordeste se encuentra un amplio sistema de playas y propuestas de áreas protegidas en el Proyecto de Ley Sectorial como es el caso del Parque Nacional Los Haitises que abarca el litoral costero de Punta Arena, el Parque Nacional Submarino Punta Cana, el litoral del Refugio de Vida Silvestre Manglar de la Jina que se extiende desde la Ciénaga Las Cañitas abarcando la bahía de la Jina hasta los alrededores de playa Abajo, el Refugio de Vida silvestre Manglar de Macao, que va desde Boca Anamuya hasta Punta Arena Gorda.
[b]LA COSTA CARIBEÑA[/b]
En el sureste de la costa del mar Caribe, desde la isla Saona hasta San Pedro de Macorís, la costa se caracteriza por ser baja, plana, y con acantilados.
Desde San Pedro de Macorís hasta la bahía de Neiba los acantilados son los elementos predominantes, pero más hacia el suroeste se encuentra una zona amplia de playas.
Dentro de esta extensión están propuestas en la Ley Sectorial de Areas Protegidas las áreas protegidas de parte del litoral costero de la bahía de Neiba, la Punta Martín García hasta los alrededores del Melendro, para incluirla dentro del Parque Nacional Sierra Martín García.
Asimismo, el Parque Nacional Submarino de La Caleta desde los alrededores de Cabo Caucedo hasta la Cueva de las Golondrinas, el Monumento Natural Duna de las Calderas que protegerá todo el litoral costero desde la desembocadura del arroyo Aguadera hasta punta Caballera, incluyendo la bahía de Las Calderas.
De igual manera el Refugio de Vida Silvestre Manglares de Puerto Viejo, que protege una importante zona de manglares. Se extiende desde Boca de Tábara hasta Boca del Carril.
También el Refugio de Vida Silvestre Humedales del Bajo Yaque del Sur en plena bahía de Neiba y que incluye la desembocadura del río Yaque del Sur, la laguna del Isletón.
La Reserva Forestal Cerros de los Amargos que abarca el área que va desde el Cerro de los Salados hasta punta Balandro y la Reserva Forestal Hatillo que protege la porción oriental del litoral de la bahía de Ocoa.