“En plena batalla del puente Duarte, en medio de los tiros, buscaba datos, anotaba detalles, preguntaba nombres, indagaba sobre el tipo de arma. La última vez que fue visto con vida andaba en un vehículo acompañado de la también mártir de la Guerra de Abril, Yolanda Guzmán”.
Las consideraciones están contenidas en el libro “Santo Domingo, Guerra Patria 1965, Mi memoria, Una visión personal”, de Bonaparte Gautreaux Piñeyro, compañero y amigo de Luis Reyes Acosta, que amplía datos de ese valiente periodista del que solo se sabe que fue capturado en la parte norte de la Capital y luego llevado a Mata Redonda, en las cercanías de La Victoria, y fusilado.
Por las ofrendas florales, las misas, los editoriales y la propuesta para que una calle de Santo Domingo llevara su nombre se aprecia que despertó gran admiración por su osadía, su patriotismo y su responsabilidad profesional.
El periodista Miguel A. Hernández expresó: “Hijo de una familia humilde, Luis Reyes Acosta supo imponerse al medio hostil que rodea a la gran mayoría de los dominicanos y con esfuerzo y sacrificio se incorporó con entusiasmo a la legión de quienes tenemos la gran responsabilidad de orientar al pueblo”. Las palabras del entonces presidente del Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales fueron pronunciadas frente a la tumba de Luis el 2 de noviembre de 1965.
Le acompañaron Federico Melo Báez, Jaime A. Lockward, Lora Medrano, Rafael Herrera, Alejandro Paniagua, Aleyda Fernández, Haydée Simó, Santiago Estrella Veloz, Alejandro Guzmán, Radhamés V. Gómez P., Milcíades Ubiera de Jesús, José Romero Rojas, amigos y los padres del comunicador.
Las visitas a su sepultura continuaron. Después acudieron otros que hasta inicios de los años 70 del pasado siglo mantuvieron vivos el ejemplo y la memoria del reportero que “nunca permitió que simpatía o prejuicio interfirieran con su deber y vocación”, según el editorial del Listín Diario del 2 de noviembre de ese año.
Luego el nombre de Luis Reyes Acosta se apagó y solo ha quedado como recuerdo de su arrojo una calle con su nombre.
En 2009, Bonaparte Gautreaux Piñeyro lo describió “bajito, inquieto, inteligente, con vestidos y apariencia de más pobre que la mayoría de los alumnos de la clase” que compartieron en la Escuela de Periodismo de la UASD en 1962. Añade que se alegró cuando vio su firma en el Listín y que alguna vez Luis “confrontó problemas con la Policía por su insistencia en la búsqueda de datos para conformar la noticia”.
“Bajo los tiros, bajo la metralla de la Fuerza Aérea, ocultándose de los disparos de la Marina, sorteando los disparos de los cañones y las ametralladoras de los tanques de guerra, sabiendo colocarse a resguardo de los disparos de la Infantería del CEFA, Luis Reyes Acosta fue el único periodista que cubrió la batalla del Puente Duarte el martes 27 de abril, desde el comienzo hasta el final”, narra.
Dice imaginar la satisfacción y el orgullo con que Reyes llevaba no solo la libreta de notas sino también “lo que había visto, olido, escuchado, tocado. Había cubierto la jornada más importante del siglo XX… Solo él tenía la noticia… Todo lo vio Luis, absolutamente todo”, escribe el secretario personal del presidente Caamaño dibujando el escenario de la refriega donde estuvo Reyes suponiendo la crónica que redactaría y que “lo consagraría” pues le publicarían “el mejor reportaje de su vida”.
Bonaparte anota: “Debe haber escrito febrilmente. Por sus dedos corrían los recuerdos hasta convertirlos en palabras de verdad, de arrojo, de audacia. ¿Cómo se metió ese muchacho en esa batalla? ¿De dónde demonios sacó valor? Del sentido del cumplimiento del deber”.
Pero al otro día 28 de abril el Listín “no trajo ni una letra de lo que había visto su reportero Luis Reyes Acosta”, consigna.
Estos datos de Gautreaux reflejan el comportamiento de los ejecutivos de la prensa en esos días en que sobresalió por su coraje Rafael Molina Morillo, propietario y director de la revista ¡Ahora! después ametrallada “por terroristas”.
Historia sepultada. Se ha tratado de localizar, sin éxito, algún pariente de Luis que facilite fotos e información para su biografía. Solo es posible reproducir ponderaciones de figuras como José Francisco Peña Gómez quien destacó su sacrificio y su inmolación en una misa oficiada en la iglesia de Las Mercedes en 1965 al igual que las de los que hablaron en ocasiones posteriores. Representantes del Sindicato Autónomo de Trabajadores de la Editora Listín Diario (SATELD), presidido por Antonio García Valoy, hicieron declaraciones el Día de los Fieles Difuntos. Ninguno declara la edad de Luis, el nombre de sus padres, algún otro detalle de su historia personal.
Reyes Acosta fue asesinado por un grupo de militares el 28 de abril de 1965. Además de Yolanda corrieron la misma suerte Rafael García Vásquez, Félix Fernando Taveras (Mario) y José María Reyes. Uno de los apresados, Narciso Román Taveras, logró salvar la vida huyendo por los montes cercanos. Los restos de Reyes Acosta fueron trasladados al cementerio de la avenida Independencia.
La calle. La solicitud de que se designara una calle con el nombre de Luis Reyes Acosta, iniciativa de un grupo de periodistas, generó una polémica porque ellos solicitaron que la escogida fuera la Charles Piet aduciendo que este “fue un tipo probablemente haitiano a quien el pueblo dominicano desconoce…”.
Sin embargo, el regidor Javier Batista propuso que fuera la calle 15 que empezaba frente al liceo Juan Pablo Duarte y no la Charles Piet “pues aunque se desconoce la vida de este señor, para honrar a los nuevos no deben quitarse los que ya existen”.
En la discusión intervino el historiador Vetilio Alfau Durán quien aclaró que Charles Piet fue un ciudadano francés que vino en 1837 y fundó una escuela que brilló como única luz cuando estuvo cerrada la universidad.
Por la Escuela Elemental y Superior de Piet pasaron Emiliano Tejera, José Gabriel García, Galván y otros y el maestro cooperó con Duarte en la obra de la Independencia.
El 13 de octubre de 1965 hicieron la petición de la vía los periodistas Félix Acosta Núñez, Aleyda Fernández, Manuel Severino, Miguel A. Hernández, J. García Valoy, Manuel José Torres, Santiago Estrella Veloz, Julio Cross Veras, Eulalio Almonte, Luis González Fabra, José Romero Rojas, Milcíades Ubiera, Napoleón Leroux, Félix A. Gómez, Ramón Lora, Manuel María Pouerié Cordero, Jaime Lockward, José González, Manuel de Jesús García Javier, Alejandro Paniagua, Radhamés Gómez, Bolívar Rodríguez y otros comunicadores del Listín y de El Caribe.
La vía escogida fue la antigua calle 15, paralela a la Padre Castellanos. Cruza los barrios 27 de Febrero y Villa María. No se encontraron actas del Ayuntamiento de esa época para conocer la resolución.