A: el sector comunicacional internacional y de la República Dominicana (2/4)
En la actual coyuntura de desinformación que vive la sociedad contemporánea en la era digital, la información circula a una velocidad sin precedentes, transformando la forma en que nos comunicamos e informamos en la búsqueda de comprender el mundo en que vivimos; sin embargo, estas exponenciales posibilidades de conectividad han dado lugar, a la vez, al preocupante fenómeno de la desinformación, centro de la exposición en desarrollo.
En el amplio ámbito de la desinformación nos encontramos con una acción que ocupa importancia particular en la sociedad, nos referimos a la difamación la que, aunque ha crecido de modo exponencial como consecuencia del uso de las redes sociales y otros medios facilitados por la tecnología, no es asunto del presente, se remonta a la antigua Roma de los años 451 y 450 a.C. en todas sus manifestaciones entre ellas, la manipulación política.
Es muy presente en el contexto actual, el tránsito de información sin rigor de escrutinio lo que da aquiescencia para la exposición de todo tipo de información que pueda agredir moralmente una persona, infundir falsos acontecimientos o relatos que pueden llegar a crear reacciones sociales de las más diversas.
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En entregas anteriores, hemos trabajado el tópico de la red social y su impacto en niños (as) y adolescentes, un sector de la sociedad convertido en uno de los objetivos más vulnerables de la difusión de información no creíble lo que implica repercusiones negativas a gobiernos, familias, sector tecnológico y, en sentido general, el colectivo social.
Nos encontramos entonces en un momento donde autoridades, sociedad civil, gremios, expertos en tecnología de la comunicación, medios comunicacionales y, en fin, todos sectores con responsabilidad en el buen desempeño de la sociedad, deben consensuar hacia reducir la amenaza de la desinformación al sosiego, al respeto y la paz cotidiana del ciudadano ya afectada de modo progresivo.
En conversatorio realizado por la organización Diálogo Interamericano (IAD) en el año 2019 con especialistas en medios comunicacionales tradicionales y de nueva tecnología con relación a la problemática que le presenta la desinformación o “Fake News” como se conoce en inglés, a la sociedad, Michael Camilleri, abogado y director del Programa Peter D. Bell sobre Estado de Derecho de la referida institución motiva la apertura de un diálogo interdisciplinario que permita establecer mecanismos que puedan enfrentar las noticias falsas, refiriendo que «antes, no se tuvo en cuenta el rol de las plataformas digitales, pero ahora se sabe que tienen gran responsabilidad en la difusión de la desinformación».
La batalla contra la desinformación es una tarea continua y multifacética que requiere la colaboración de toda la sociedad, solo a través de esfuerzos concertados; el tránsito de la desinformación por los medios que facilita la tecnología se origina sin que hasta el momento podamos percibir acciones restrictivas al respecto.
En la próxima entrega, la desinformación ante la presencia de la Inteligencia Artificial.