2/4 Pregunta Jaime Ángeles: ¿Se puede ser original utilizando IA?
O.B. Aclaremos primero el concepto de: «originalidad». Tradicionalmente, la originalidad se ha asociado con la creación de algo completamente nuevo y único. Según el Diccionario (digital) de la Real Academia Española: originalidad es la cualidad de ser original o de no imitar a otros. También se refiere a una actitud, comportamiento o acción que tiene carácter de novedad. El Diccionario de Ideas afines de Fernando Corripio refiere que originalidad es igual a singularidad, peculiaridad, rareza, novedad, particularidad… En el Diccionario de Definiciones de Internet (2024), el término original es descrito como aquello que surge de la creatividad de su autor y que resulta innovador o es diferente de lo que ya se conocía.
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Sin embargo, la IA funciona mediante la reconfiguración de patrones, aprendizaje de datos previos y la generación de contenidos que están basados en esos patrones. Aunque la IA puede generar textos, imágenes o música que parecen originales, lo que en realidad hace es basarse en ejemplos previos que ha aprendido. La originalidad en este contexto podría ser vista más como una reconfiguración innovadora de elementos preexistentes, no necesariamente como la creación de algo completamente sin precedentes. La generación de contenidos con IA “originalidad» de la IA está mediada por la creatividad humana en su programación, ya que son los diseñadores quienes determinan cómo se reconfiguran esos patrones. Y luego en la capacidad del usuario de dirigir el sistema de respuestas con buenos “prompts” (cuestionamientos). Desde otro ángulo, la manera en que se emplea la IA para generar obras o proyectos puede considerarse original, aunque los contenidos mismos estén derivados de fuentes previas. Por ejemplo, un escritor que utiliza IA para ayudar a desarrollar una historia puede combinar la IA con su propia creatividad para producir algo que no hubiera surgido sin la ayuda de la tecnología.
Y así surge la colaboración entre humano y máquina: en muchos casos, la IA es utilizada como una herramienta por humanos para crear obras “originales”. En este modelo, la originalidad proviene de la visión humana que guía el uso de la IA. En resumen, la IA puede ayudar a generar contenidos que parecen originales, pero lo que realmente se está produciendo es una variación de lo aprendido a través de los datos. La «originalidad» en este contexto es más compleja y se puede entender como la capacidad de la IA para hacer conexiones novedosas basadas en los patrones preexistentes, mientras que la creatividad humana sigue siendo crucial en el proceso de creación.
Los primeros artistas de la antigüedad, como los creadores de las pinturas rupestres y las esculturas prehistóricas, a menudo practicaban la mímesis (imitación) de la naturaleza, representando animales, figuras humanas y paisajes con fines simbólicos, rituales o narrativos. Sin embargo, la mímesis en este contexto no era una simple copia, sino una interpretación creativa de la realidad que servía propósitos culturales y espirituales. En cuanto a si ningún arte es completamente único, hay consenso en la filosofía del arte (la estética) de que la originalidad absoluta es difícil de alcanzar. La creación artística se basa en un continuo histórico, cultural y social en el que los artistas construyen sobre influencias previas.
Julia Kristeva (1966) sostiene que toda obra es un mosaico de citas con las que se dialoga con obras pasadas, una intertextualidad. Es el dialogismo de Mikhail Bakhtin. El arte tiene influencias históricas y culturales. Los estilos, técnicas y temáticas de los artistas están influenciados por el entorno cultural y tecnológico de su tiempo. Por ejemplo, el Renacimiento tomó elementos de la antigüedad clásica y los reinterpretó. Igualmente, está la reinvención: la originalidad a menudo se encuentra o surge de ideas existentes. Por ejemplo, Picasso reinventó formas clásicas al desarrollar el cubismo. Por lo tanto, aunque el arte puede parecer único, siempre está conectado a un contexto o tradición previa, mostrando cómo lo «nuevo» suele emerger de lo «viejo» reinterpretado.
En República Dominicana tenemos una cantidad importante de escritores que han incursionado en la novela histórica. Muchos escritores han encontrado inspiración en eventos reales, personas, y lugares específicos para sus novelas, tomando de la realidad una base sobre la que construyen su narrativa. Estos relatos suelen mezclar realidad y ficción para explorar temas universales o para reflexionar sobre la sociedad. He aquí algunos ejemplos destacados: Marcio Veloz Maggiolo, Premio Nacional de Literatura 1996, en «El hombre del acordeón» y «La biografía difusa de Sombra Castañeda» combina elementos históricos con narrativas de la vida cotidiana explorando aspectos culturales y sociales del país. Bruno Rosario Candelier, Premio Nacional de Literatura 2008 y director de la Academia Dominicana de la Lengua en su novela “El sueño era Cipango”, aborda la llegada de los españoles a la isla de La Española cuando se establecieron en el norte de este territorio, recién descubierto por el Almirante Cristóbal Colón, donde fundaron la villa de La Isabela, primera población del Nuevo Mundo. Además, cuenta en su haber “El degüello de Moca” novela histórica de la Villa Heroica.
La escritora Emilia Pereyra, Premio Nacional de Periodismo 2019, en «El grito del tambor» presenta el asalto y el sitio de la ciudad de Santo Domingo por parte del corsario inglés Francis Drake en enero de 1586.
Ángela Hernández, Premio Nacional de Literatura 2016, se destaca por su enfoque en las complejidades sociales y los conflictos históricos de la República Dominicana. En»Charamicos» aborda la lucha por la justicia en una época de autoritarismo. Edwin Disla se destaca por sus novelas históricas basadas en períodos clave de la historia reciente de República Dominicana. Entre sus novelas más reconocidas está «Manolo», Premio Nacional de Novela 2008, una obra centrada en la vida de Manolo Tavárez Justo, líder del movimiento 14 de Junio. Sus obras resaltan las tensiones políticas y sociales de los temas que trata. Igualmente, Pedro Vergés en «Sólo cenizas hallarás», Premio Internacional Blasco Ibáñez, refleja la sociedad dominicana a raíz de la muerte del dictador Rafael Leonidas Trujillo y los acontecimientos que le siguieron. Manuel Salvador Gautier, Premio Nacional de Literatura 2018, en «Tiempo para héroes», recorre eventos históricos de la isla, mezclando narrativas de personajes ficticios con hechos históricos importantes.
Hamlet Hermann (1934-2016) fue un destacado escritor, ingeniero, político y revolucionario dominicano. Es reconocido por su activa participación en la Guerra de Abril de 1965 y en la expedición de Playa Caracoles junto al coronel Francisco Alberto Caamaño. Estas experiencias marcaron su obra literaria, en la cual abordó temas históricos y políticos del país. Entre sus publicaciones destacan textos históricos y biográficos, como su libro «El Fiero: Eberto Lalane José», galardonado con el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes en 2009. Por otro lado, el escritor Eduardo Gautreau de Windt es reconocido por sus investigaciones históricas y su contribución literaria. Entre sus obras más relevantes se encuentra «Martirio de una Rosa», que rinde homenaje a Rosa Duarte, hermana de Juan Pablo Duarte. Este libro combina elementos históricos y literarios para destacar el papel de Rosa Duarte en la lucha por la independencia dominicana.
Estos autores muestran a través de sus importantes obras cómo la literatura ha sido capaz de captar la esencia de una época, un lugar o un grupo social, partiendo de la realidad para construir historias que exploran la complejidad humana y el entorno, conectando a los lectores con experiencias y situaciones reconocibles. De ahí que debemos preguntarnos si existe acaso la originalidad absoluta o en realidad tanto para los humanos como para la IA: «Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará; no hay nuevo bajo el sol» (Eclesiastés 1:9).
Conversatorio ampliado: entre los profesores de la Pucmm, Dr. Jaime Ángeles y Ofelia Berrido en el ámbito de la “Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2024”.