Existen dos hechos relevantes que nos invitan a reflexionar sobre el tema del «Realismo mágico» (a partir de ahora RM): la serie “Cien años de soledad”, actualmente disponible en Netflix, y la nueva iniciativa en homenaje a García Márquez liderada por Verónica Sención, gestora cultural dominicana y promotora de numerosos proyectos culturales de gran impacto. Para introducirnos en esta temática, resulta fundamental revisar los significados de palabras esenciales. Como primer paso, es importante señalar que la “realidad” es un concepto complejo y polifacético, objeto de análisis constante en el ámbito filosófico, científico y literario. Dependiendo del enfoque que se adopte, la realidad puede adquirir múltiples significados y ser comprendida de diferentes formas.
En filosofía, la realidad se refiere a todo aquello que existe independientemente de la percepción humana, es decir, aquello que es, más allá de cómo lo experimentamos o interpretamos. Según esta postura, el mundo exterior es real y podemos conocerlo mediante la experiencia y la razón. El idealismo, sin embargo, afirma que la realidad es, en última instancia, una construcción de la mente o de la conciencia. En este sentido, lo que percibimos como «real» depende de nuestras ideas y percepciones. La fenomenología (Husserl, 1972), por su lado, propone que la realidad es aquello que se manifiesta a la conciencia como un fenómeno que aparece a través de nuestra experiencia subjetiva. El “Realismo crítico” (Roy Bhaskar, 2003) sostiene que la realidad objetiva existe, pero nuestro conocimiento de ella está mediatizado por nuestras construcciones sociales y contextuales.
Al entrar en el mundo de la ciencia: la realidad es lo que puede ser observado, medido y probado empíricamente. La ciencia busca describir las leyes que rigen la naturaleza y explicar los fenómenos a través de teorías verificables. Sin embargo, incluso en la ciencia, la percepción de la realidad no es absoluta, ya que está sujeta a los límites de los modelos teóricos y la tecnología de observación. En física cuántica, por ejemplo, el concepto de realidad es cuestionado, ya que ciertas partículas subatómicas parecen no tener propiedades definidas hasta que son observadas, lo que sugiere que la realidad puede depender de la interacción entre el observador y el objeto observado.
Por otro lado, en el mundo de la literatura, el movimiento del “Realismo” busca representar la realidad de manera objetiva y detallada; presentar personajes y situaciones verosímiles, evitando lo fantástico o lo idealizado; explorar temas sociales, políticos y morales de manera crítica sin idealización ni artificio. Desde la psicología, la realidad es una construcción que depende de la percepción y el procesamiento de la información por parte del cerebro. Nuestra percepción de la realidad está influida por nuestros sentidos, creencias, emociones y experiencias previas. Y así, la realidad subjetiva es aquella que cada individuo experimenta; mientras que la realidad objetiva es lo que, en teoría, existe independientemente de nuestras percepciones. En cambio, desde el punto de vista metafísico, se refiere a la naturaleza fundamental del ser y la existencia. Cuestiones como «¿Qué es real?», «¿Qué es ser?» o «¿Existe algo más allá de lo que percibimos?» han sido abordadas por pensadores como Parménides, Platón, Aristóteles y, más tarde, Descartes, Kant y Heidegger, entre otros…
En fin, la realidad, como ya hemos podido ver, no es un concepto unívoco ni definitivo. Y es que la pregunta por la realidad es una de las más profundas e inagotables del pensamiento humano, una invitación constante a reflexionar sobre quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Por otro lado, hay una diferencia fundamental entre realidad y realismo, aunque ambos términos están relacionados. La distinción radica en que la realidad es aquello que existe o se percibe como existente, mientras que el realismo es una forma de representar esa realidad, ya sea en el arte, la literatura, la filosofía o cualquier ámbito del conocimiento.
Exploremos ahora… ¿Qué es la magia? La magia es un concepto que ha tenido diversas definiciones a lo largo de la historia, según el contexto cultural, filosófico y antropológico. De manera general, se puede entender la magia como el conjunto de prácticas, rituales o creencias que buscan influir en el mundo natural o sobrenatural a través de medios ocultos o esotéricos, sin recurrir a explicaciones científicas o racionales. Según el antropólogo escoces James Frazer, autor de «La rama dorada» (2012) [The Golden Bough, original 1890], la magia es una práctica primitiva que surgió como una forma temprana de interpretar y controlar el mundo. En el contexto esotérico y místico, la magia se considera una fuerza espiritual o cósmica que puede ser canalizada por quienes poseen el conocimiento y la capacidad de manipularla. En el imaginario popular y cultural, la magia se asocia con seres sobrenaturales (magos, brujas, hadas) y con eventos que escapan a las leyes naturales, como encantamientos, maldiciones y transformaciones.
Lo mágico, sin embargo, es un concepto más amplio y subjetivo que la magia. Se refiere a una cualidad o experiencia que despierta asombro, fascinación y misterio, y que parece trascender las leyes de la lógica y la razón. En el ámbito de la literatura, lo mágico es un elemento central donde lo extraordinario se presenta como parte natural de la vida cotidiana. A diferencia de la fantasía, donde lo mágico es algo externo y separado del mundo real, en el RM está integrado en la realidad misma. Lo mágico también puede ser entendido como una sensación estética, una experiencia subjetiva que provoca maravilla y un sentido de lo sublime, como sucede en el arte y la poesía. Lo mágico es una cualidad del mundo o de la experiencia que evoca misterio, fascinación y asombro, rompiendo con la percepción ordinaria de la realidad. Mientras que la magia busca transformar el mundo de manera activa, lo mágico transforma nuestra percepción del mundo, invitándonos a mirar la realidad con nuevos ojos.
El término RM fue formulado en 1925 por el crítico de arte, historiador y fotógrafo alemán Franz Roh para describir una nueva tendencia en la pintura europea de principios del siglo XX. Supone un intento de redescubrir el elemento mágico que existe en la realidad y de un reflejo artístico de las ideas filosófico-psicológicas de Carl Jung, que afirmaba la necesidad del hombre de unir lo irracional y lo racional a la hora de formar su identidad. Fue el escritor cubano Alejo Carpentier quien, en los años 40, contribuyó a dar forma al término en el ámbito literario, acuñando la expresión «lo real maravilloso» para describir una estética que consideraba inherente a la cultura y la historia latinoamericanas. Sin embargo, sería el crítico literario venezolano Arturo Uslar Pietri quien emplearía por primera vez el término «Realismo mágico» para referirse a la literatura en 1948.
El RM combina una representación realista del mundo con elementos mágicos, fantásticos o sobrenaturales que se presentan como parte de la vida cotidiana y son asumidos con naturalidad. A diferencia de lo fantástico, donde lo sobrenatural rompe claramente con las leyes del mundo real generando una sensación de duda, inquietud o incertidumbre tanto en los personajes como en el lector.
El RM se consolidó como un fenómeno literario internacional con el auge del Boom latinoamericano. Los autores más destacados incluyen: Gabriel García Márquez (“Cien años de soledad”); Alejo Carpentier (“El reino de este mundo”); Juan Rulfo (“Pedro Páramo”); Julio Cortázar (“La casa tomada”); Isabel Allende (“La casa de los espíritus”) … En República Dominicana, Marcio Veloz Maggiolo (“La biografía difusa de Sombra Castañeda”) es considerado el principal exponente. Las obras de los autores dominicanos que han explorado el “Realismo mágico” se nutren de las tradiciones orales, las creencias populares y los mitos del Caribe. Muchas de las narraciones se desarrollan en contextos históricos específicos, como la dictadura de Trujillo. Al igual que los otros escritores de la región latinoamericana, la inclusión de elementos mágicos suele ser un recurso para cuestionar la realidad social y política.
Finalmente, los invito a que lean las obras mencionadas para que estemos listos para disfrutar de la sorpresa que nos tiene Verónica Sención.