Los primeros dos años del presente gobierno discurrieron en medio de una pandemia, a partir de su primer trimestre en el tercero comenzó la normalización, el presente, ha sido el de la completa recuperación de esa pandemia, pero es un año preelectoral que como sabemos, en este país esos años suelen ser de envolvente e infecundo frenesís político.
A pesar de la crisis sanitaria mundial, en este año el país mantuvo el ritmo de crecimiento que lleva desde hace décadas, termina en poco más de un 3%, menor que el promedio en ese tiempo, pero manteniéndose como la economía más grande y dinámica de Centro América y el Caribe. Mantuvo un sostenido programa de infraestructuras vial que ese aspecto la consolida en un lugar cimero en toda la región, sus dos principales ciudades mantuvieron su dinámico proceso de construcción en la que se destacan el de hoteles para mantener el dinamismo del sector turismo.
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Sin embargo, en el presente ese crecimiento tiene ofensivos lastres y una peligrosa amenaza para su futuro, se ensancha sostenidamente la distancia entre pobres y ricos en cuanto al acceso a servicios básicos que marcan desarrollo humano como salud, educación, transporte y vivienda. Sectores empresariales se quejan de la falta de mano de obra calificada para el crecimiento de sus empresas, la cual agrava las deficiencias del sistema educativo. Hay que decirles que la tendencia hacia la emigración de los mejores profesionales que salen de ese sistema está relacionada con los bajos salarios que ellos pagan. El informe PISA dice que en este año hemos mejorado en los niveles educativos. ¿Mantendremos esta mejoría? En lo que respecta a la cuestión política No ha mejorados el relacionamiento Inter partidarios, lo cual aleja la posibilidad de grandes pactos para que el país pueda aprovechar debidamente sus atributos, reales y potenciales, y evitar que a la larga crecimiento económico termine siendo una burbuja. De mucho tiempo de duración, pero burbuja.
El último trimestre del año discurrió en medio del diferendo con Haití, esta vez en torno a la construcción de la toma de agua en la parte haitiana del rio Masacre, con el consiguiente cierre de la frontera, el agravamiento de las malas prácticas en el tratamiento del tema migratorio. Este será el último fin de año de un gobierno que ha discurrido en la peor de las condiciones y que a pesar de todo tiene logros sustanciales que exhibir y que su presidente se presenta como candidato a la reelección. Deberá tener una propuesta en aspectos nodales como inclusión social y la defensa de lo público y la institucionalidad frente a un sector empresarial.