La embajadora Larissa Veloz presentó ayer las cartas que la acreditan como delegada permanente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Las recibió la secretaria del organismo, Audrey Azoula.
Una nota indica que tras la ceremonia protocolar, la diplomática sostuvo una reunión con la funcionaria, en la que expresó “el firme compromiso” del presidente Luis Abinader y del canciller Roberto Álvarez, con los principios del multilateralismo, la protección del patrimonio cultural y la promoción de la educación y la ciencia en el país.
Puede leer: Flacso-RD: un espacio para la producción de investigación
Dice que uno de los puntos centrales del encuentro fue la candidatura del Monumento Natural Reserva Antropológica Cuevas del Borbón o del Pomier, para su reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Expone que Veloz destacó la importancia de este sitio arqueológico, que alberga más de 6000 pictografías y 500 petroglifos, y representa el mayor tesoro de arte rupestre taíno en la región del Caribe. Solicitó apoyo de la Unesco para fortalecer la candidatura del sitio, que desde 2018 forma parte de la Lista Indicativa.
Citó la importancia de la cultura como eje de desarrollo sostenible, inclusión social, y cohesión humanitaria y el impacto positivo de iniciativas previas, como la inclusión del casabe en la lista del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.
Dice que en la reunión estuvo Firmín Edouard Matoko, subdirector general del Sector Prioridad África y Relaciones Exteriores de la organización, quien reafirmó el compromiso con la salvaguarda del patrimonio cultural y natural de la región. Asisitó la encargada de negocios, Aurich Rodríguez.