José Alfredo Espinal 
Espaillat. – El empresario Gabriel Guzmán Marcelino expresó su preocupación por la presencia creciente de haitianos en esta provincia y otras ciudades del territorio nacional. Manifestó que en el país hay comunidades rurales donde residen más ciudadanos haitianos que los propios dominicanos, lo que ha calificado de alarmante.
“El ritmo actual de nacimiento es que cuando una madre de nacionalidad haitiana tiene un promedio de 4.8 hijos de su vida productiva, las dominicanas tienen 2.1, es decir, que en 30 o 40 años el país tendrá más extranjeros que dominicanos”, indicó.
Guzmán Marcelino consideró que el presidente Luis Abinader ha estado tomando medidas importantes y que, siendo descendiente del bello y lejano país del Líbano ha demostrado ser un líder patriótico, iniciando con la construcción de la verja fronteriza y tomando medidas con el equipamiento de recursos humanos y tecnológico de todo el personal en la frontera para el control migratorio. En ese sentido, cree que el pueblo dominicano debe darle apoyo al mandatario y al gobierno en esa iniciativa.
“No estoy opuesto que los haitianos trabajen en el país, porque son hermanos nuestros, hijos de Dios y merecen trabajar, ya que andan por muchas partes del mundo buscando trabajo para sobrevivir”, explicó.
El empresario mocano ha propuesto al presidente Abinader que el Ministerio de trabajo abra oficinas en todo el país donde los empresarios registren sus necesidades de personal para los sectores agrícolas y de construcción, por ejemplo, inscriban la cantidad de personas y el tiempo que necesitará de esos empleados.
Dijo que una vez los extranjeros sean registrados se les dote de un carnet migratorio bien confeccionado con fotografías y huellas digitales para que exista mayor control migratorio de los extranjeros en el país , lo que a su juicio controlaría la situación.
Gabriel Guzmán Marcelino también cree conveniente que cada cierto tiempo las autoridades peinen todo el país desde Samaná hasta Punta Cana y todos los pueblos fronterizos detectando en los campos y ciudades a las personas de diferentes naciones que viven de manera irregular en el país.
Asimismo, el empresario propuso que el Gobierno dominicano toque las puertas de los gobiernos amigos de los Estados Unidos, Canadá y Francia, especialmente esta última como madre patria de Haití, para que se ubiquen terrenos donde los haitianos puedan labrar las tierras.
Puso como ejemplo a Guayana Francesa, donde dijo que hay inmensas tierras productivas que podrían llevar allí medio millón de familias haitianas que sean entrenadas y capacitadas para el trabajo agropecuario y así puedan encontrar solución a sus vidas. Dijo que Estados Unidos, Canadá y otros países podrían hacer algo similar si se lo proponen.
