La inflación no siempre está presente, para que acontezca debe producirse un aumento generalizado y sostenido de los precios en los bienes y servicios más representativos del consumo en los hogares del país. El aumento de precios que se produce en la economía dominicana es generalizado, porque se verifica en todos los productos y servicios y resulta sostenido, porque se registra durante el periodo de su medición y aún más.
Para el cálculo de la inflación dominicana se incluye una canasta de 3 artículos y servicios consumidos en forma representativa por los hogares y la entidad pública responsable de hacerlo es el Banco Central, así como, su control y estabilidad, constituye el objetivo fundamental de la política monetaria.
El diseño y conducción de la política monetaria desde el 2012 se rige por el denominado Esquema de Meta de Inflación, que al cuantificarse en forma explicita sirve para que los agentes económicos y los ciudadanos puedan orientar sus decisiones con determinados niveles de certidumbre y a su vez propicie un clima que se caracterice
por la confianza como activo intangible que, también colabora con la estabilidad del tipo de cambio y la tasa de interés.
Perniciosamente, la inflación ha estado acompañando a la economía dominicana desde junio del 2021, cuando se situó en un 4.01 % y desde entonces hasta febrero, ha permanecido 9 meses consecutivos en un nivel sobre la meta que es de un 4.0 %.
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En términos de los efectos de la inflación en la perspectiva microeconómica, los impactos han sido y son negativos para la población. En las consecuencias, los consumidores dominicanos han visto disminuir el gasto hormiga, pérdida del poder adquisitivo del efectivo, reducción del valor de los ahorros, aumento de precio del préstamo hipotecario, caída en la oferta de trabajo e induce a compras anticipadas.
Disminución del gasto hormiga
Cuando una persona destina gastos de montos pequeños y no periódicos en productos o servicios que no necesita, pero que impacta en el presupuesto familiar, se le denomina gasto de hormiga. Ese tipo de gasto suele asociarse al consumo de impulso -las compras por efectos demostración, por moda-, los antojos -adquisición pasajera o caprichosa-, los servicios adicionales fuera de los básicos -el de telefoníacon atractivos más allá de la comunicación- y vicios, como el cigarrillo, alcohol, entre otros.
En un escenario inflacionario como el que actualmente atraviesa la economía dominicana, todos los ciudadanos que reiteradamente incurre en el gasto hormiga, se ven en la necesidad de disminuirlo, ante el hecho de que, el dinero tiene menos poder de compra, frenando el consumo en una coyuntura en la que la economía requiere continuar en el proceso de la recuperación.
Pérdida del poder adquisitivo
En economías como la de República Dominicana, la carrera entre los salarios y la inflación se efectúa con fuerte rezago, en donde los precios de los bienes y servicios crecen en forma recurrente, mientras que, los ingresos que reciben los trabajadores permanecen estáticos por largo tiempo. En una situación como la descrita, las condiciones conducen a una pérdida de poder de compra de los salarios, que se deriva en poder acceder a menor cantidad y calidad de los bienes y servicios que consume.
Actualmente el salario mínimo nominal para los trabajadores no sectorizado oscila entre RD$ 11,900 y RD$ 21,000, dependiendo del tamaño de la empresa, al descontarle la inflación, el poder adquisitivo de los referidos salarios se reduce a RD$ 10,288 y RD$ 18,566 al mes, de manera que, en ambos casos la caída ha sido de RD$ 1,612 y RD$ 2,434.
Reducción del valor de los ahorros
Otro de los efectos directos de la inflación es sobre los ahorros, a diciembre del 2021 el nivel de captaciones nominales de la banca ascendió a RD$ 2,143,956.3 millones, alcanzado a través de las diferentes modalidades de depósitos (ahorros, a la vista, valores en circulación), el monto, al referido mes tenía un valor real de RD$ 1,892,295 millones y a febrero del 2022 de RD$ 1,853,671 millones, de manera que, por la inflación de esos meses, se ha producido una disminución en el valor de las captaciones por un monto de RD$ 38,624 millones.
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En términos individuales quiere decir, que si una persona tenía ahorrado en un banco la suma de RD$ 10,000 en diciembre del 2021, cuyo valor real para entonces era de RD$ 8,829, a febrero pasó a ser de RD$ 8,646, para una reducción de RD$ 183.00 en dos meses de inflación y en términos reales los RD$ 10,000 le representan RD$ 8,646.
Aumento precio préstamo hipotecario
Dentro del conjunto de impactos negativos de la actual inflación en la vida cotidiana de los ciudadanos dominicanos, encontramos que también para aquella parte de la población que tiene préstamos hipotecarios con entidades de intermediación financiera del país a tasa de interés variable, están siendo afectados.
Desde que el 24 de noviembre del 2021 el Banco Central inició el movimiento hacia el alza de su tasa de política monetaria hasta la fecha, llevándola de un 3.0 % a un 5.0 %, con el propósito de incidir en la tasa de inflación por la vía de encarecer el precio del dinero y reducir la demanda agregada. La tasa de interés de los préstamos hipotecarios
se elevó de un 9.0 % a un 10.75 %, implicando un mayor costo para los tenedores del referido tipo de financiamiento.
Si una persona tiene un préstamo hipotecario por un valor de RD$ 2 millones a 20 años a una tasa de interés de 9.0 % anual, pagaría una mensualidad RD$ 21,814, si la tasa le varía a un 10.75 %, la mensualidad se elevaría a RD$ 24,124, equivalente a un aumento de RD$2,310 mensuales.
Caída en la oferta de trabajo
En el escenario actual con una inflación cada vez mayor, la reacción del Banco Central, como principal responsable de mantener controlada la variación de los precios en la economía, ha sido la de elevar su tasa de política monetaria, como indiqué precedentemente. El incremento de la tasa debe tener un efecto transmisión hacia la elevación del precio del dinero en la banca, que induce a su vez a que el costo del financiamiento sea más caro y por esa vía ralentizar la demanda privada y como derivada una disminución de la actividad productiva.
Para los meses comprendido entre diciembre del 2021 a febrero del 2022, la tasa de interés activa promedio ponderado de la banca se ha movido ligeramente hacia la baja, al pasar de 10.55 % a un 9.19 %, contrario a las expectativas de la elevación de la tasa de política monetaria. Ese escenario fue acompañado con una elevación de la inflación, hasta situarse en febrero en un 8.98 % interanual y acumulado en los dos primeros meses del 2022 de un 2.11 %, a la par se perdieron 15,078 empleos de diciembre del 2021 a febrero del año en curso.
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Incremento de compras anticipadas
Para el segmento de la población de mediano y alto nivel de ingreso, la conducta del consumidor presenta una inclinación a adelantar compras en el ambiente con inflación y mayores expectativas de incrementos de precios, como forma de anticipar decisiones ante productos más caros y proteger así el valor de su efectivo.
A nivel de impactos, la familia dominicana hoy día padece, sino todos, una buena de los efectos descritos, en un tiempo en que no bien comenzaba a recuperarse de los efectos de la pandemia, cuando se encuentra arropado por el alza de los precios.