El presidente del Senado, Ricardo de los Santos, inauguró ayer el primer encuentro internacional “Parlamentos y Prosperidad”, un evento creado para fortalecer los lazos entre los organismos internacionales y los parlamentos a fin de promover el desarrollo de los países de la región, mediante soluciones innovadoras y sostenibles.
Durante el acto inaugural, que tuvo lugar en el Salón de la Asamblea Nacional y contó con la presencia de representantes de los senados de Chile y Uruguay, la Asamblea Nacional de Panamá y la secretaría General de la Organización de las Naciones Americanas (OEA), el presidente de la Cámara Alta calificó el encuentro como un espacio estratégico para generar sinergias entre las academias, el sector privado, la sociedad civil, los organismos internacionales y los parlamentos.
De acuerdo con De los Santos, el programa se desarrollará en el marco de una agenda de 36 meses en los que trabajarán en torno a cuatro ejes fundamentales: la implementación de la agenda digital con enfoque en la inteligencia artificial; los desafíos en salud pública, laboral y seguridad social; el desarrollo de la economía digital, la energía y la producción de motores del crecimiento económico sostenible, y la necesidad de legislar basado en el conocimiento y la evidencia científica.
De su lado, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, resaltó la importancia del encuentro, de cara al gran desafío al que se enfrenta la región, la cual, dijo, se ha quedado rezagada en las primeras cuatro revoluciones industrias y que amenaza con hacerlo una vez más si no se toman medidas urgentes.
“Es momento de aunar nuestros esfuerzos y de saber que tenemos que un enorme desafío por delante, de llevar a nuestros pueblos y a nuestras personas a niveles altos de desarrollo y conocimiento”, aseveró Almagro.
Puedes leer: Ricardo de los Santos sobre USAID: «esperemos que sea un cierre temporal»
Se refirió a la fuga de talentos existente en países latinoamericanos y caribeños, los que de manera histórica han realizado “transferencia inversa” de sus conocimientos, para beneficiar naciones que se encuentran más desarrolladas.
“Transferimos nuestros mejores cerebros, nuestros mejores recursos a los países desarrollados, esos que tienen que ver con el conocimiento, cuando ese esquema tendría que ser exactamente al revés”, lamentó.