POR AlEIDA PLASENCIA
Anteriormente, cuando a una industria local se le dañaba un engranaje de una máquina, de esos que no se fabrican de manera masiva y que no se venden en tiendas, la empresa afectada tenía que detener la producción proveniente del equipo averiado durante meses, hasta que en Europa o Estados Unidos le fabricaran la pieza deteriorada.
Esta situación afectaba a empresas tales como generadoras de energía, constructores, agricultores e industrias, cuyos equipos dejaban de funcionar debido a engranajes dañados. O sea, deterioro del conjunto de los dientes de una máquina.
Ahora la situación es diferente, pues existe una empresa que en uno o dos días fabrica cualquier tipo de engranaje.
Se trata de Engranajes del Caribe S.A, creada en 1997 por David López.
Gracia al perfeccionamiento que ha logrado en la construcción de engranajes, ofrece el servicio de reposición de esos dispositivos en un plazo de 12 a 24 horas. Como muestra David refiere que recientemente, a la empresa generadora de energía Itabo se le dañó un engranaje de un reductor de velocidad. Dicha empresas eléctrica encargó el engranaje a una industria en Alemania, pero los alemanes dijeron que esa pieza la tendrían lista en un plazo de tres meses, no antes, pues son piezas que no están en almacén.
En Engranajes del Caribe S.A., tomamos la orden y en un plazo de cuatro días le hicimos el engranaje a Itabo.
La empresa se especializa en engranajes retos, helicoidales, hipoides, cremalleras, catalinas para cadenas, coronas de bronce y sinfín, entre otras piezas.
Antecedentes
Los antecedentes de Engranajes del Caribe S. A., datan de 23 años atrás, cuando David López se graduó de bachiller perito-mecánico en el Instituto Técnico Sanlesiano y empezó a tomar interés por la rama de metalmecánica.
Había escogido esa profesión por considerar que los conocimientos de metalmecánica les asegurarían empleo permanente y les facilitarían desarrollar su propia empresa.
Tras graduarse en el Instituto consiguió un trabajo en la empresa Tavárez Industrial. Allí hacía planos, diseños y presupuestos, labor que mantuvo de de 1984 hasta finales de 1988. Luego trabajó en otras empresas como vendedor de productos industriales y también de colchones.
Al mismo tiempo estudió ingeniería mecánica, en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, y en la Universidad APEC realizó un post-grado en mercadeo, pues estaba convencido de que la preparación académica es fundamental para el desarrollo de los negocios.
Inicio
Convencido de que los estudios realizados junto a la experiencia que tenía como vendedor era mezcla perfecta para triunfar en una empresa propia, en 1997 David López tomó la decisión de montar su industria.
Engranaje del Caribe S.A., se estableció en un pequeño rincón de un local prestado en Manoguayabo. En ese mismo lugar en el día operaba otra empresa de metalmecánica.
Engranaje del Caribe S.A., realizaba sus operaciones solamente en horario nocturno, a partir de las 6:00 de la tarde.
Durante el día, mientras trabajaba como vendedor de colchones en una empresa de su padre, David buscaba clientes para fabricarles piezas en horario de la noche.
Para cumplir con las ordenes de trabajo que conseguía, laboraba hasta la 1:00 y 2:00 de la madrugada.
La demanda aumentaba cada día, la empresa mantuvo un crecimiento sostenido. Luego compró un solar a crédito y trasladó el negocio a un patio, en la misma zona de Manoguayabo.
Hasta ese momento no tenía empleados, David solo hacía el trabajo de vendedor, fabricante, secretario y mensajero, pues no disponía de dinero suficiente para pagar personal.
Tras la mudanza, cambió el horario de trabajo, empezó a laborar en el día, abandonó el empleo de vendedor de colchones, y buscó un ayudante para la fábrica.
La empresa siguió creciendo gracia a la publicidad de boca en boca generada por la calidad de nuestro y recientemente tuvimos que mudarnos de nuevo, a un lugar más amplio, en Herrera, sostiene David.
La empresa ha experimentado una transformación en los últimos años, ha sido sometida a una renovación completa de su maquinaria. Este logro es gracia a la idea de David de adquirir equipos usados de gran potencial, y adaptarlos a sus necesidades de la empresa. Cuenta con equipos para medir la dureza de los materiales, tornos y rectificadores. También hornos eléctricos para tratamientos térmicos y máquinas automáticas de tecnología de punta.
Factores de éxito
La capacidad de fabricar piezas exclusivas, así como la calidad de los trabajos y la rapidez en la entrega, han sido elementos esenciales en el éxito de la empresa, según su propietario. Habrían influido además, la preparación académica de David y su experiencia previa como vendedor previa.
Metas
David proyecta convertir a Engranaje del Caribe en la empresa número uno en la región, y masificar la producción. Incluir producción en serie, además de las piezas exclusivas.
Hasta ahora la publicidad que han hecho es la que les hacen los clientes. A partir del 2008, sin embargo, tomaron la iniciativa de expandirse más hacia el exterior, convertirse en exportadores.
Esperan darle servicios a una gran cantidad de empresas que hay en el país y que no tienen conocimiento de los trabajos que realiza Engranaje del Caribe.
Muchas de las piezas que se importan en el país pueden hacerse en empresas como esta, por lo que tienen proyectado comenzar a sustituir todas esas importaciones.