Siempre para salir con éxito de una tarea encomendada, previamente hay que tomar una decisión. La única manera de salir victorioso es tomando decisiones; de que se tome la decisión correcta dependerá el fracaso o éxito de todo lo que uno se proponga en la vida. Aun si queremos evitar el fracaso, suprimiendo la toma de decisiones, estamos pues, en principio fracasando. Cualquiera no quisiera estar en los zapatos de Francisco Pizarro, cuando tuvo que incoar a su ciento y pico de soldados, viendo que ya las ganas por conquistar el Perú se habían desvanecido en la isla del gallo; fue cuando Pizarro tuvo que tomar la decisión que cambiaría el rumbo de su traumada expedición, que comenzó en el sur de Panamá y terminaría en la conquista del Perú. El Trujillano (Pizarro) desenvainó su espada, avanzó con ella desnuda hasta sus hombres. Se detuvo frente a ellos , los miró a todos y evitándose una arenga larga se limitó , al tiempo que , trazaba con el arma una raya sobre la arena y dijo : “Por este lado se va a Panamá , a ser pobres , por este otro al Perú, a ser ricos , elijan lo que mejor les convenga”. Pues de ciento y tantos hombres, sólo cruzaron la raya trece hombres; que pasaron a llamarse “Los trece de la fama”, puesto que coronaron la vuelta y Pizarro terminó conquistando el Perú con ayuda de algunos refuerzos que llegaron después de dos meses.
En esa ocasión a Pizarro le salió bien la vuelta, sin embargo, no siempre será así; a veces una raya de Pizarro se puede convertir en una línea roja que en no cruzarla puede estar la diferencia entre tener éxito o fracasar en la misión.
En tal sentido, en nuestro país, el gobierno ha utilizado la pandemia del coronavirus para cruzar lo que yo creía eran líneas rojas. Por decir algunas: La fiesta de préstamos internacionales que antes se criticaron; la delincuencia e inseguridad en su pico máximo y que antes se decía tener soluciones y planes; el precio de los artículos de primera necesidad por las nubes y más allá; El GLP (gas de cocinar) en un máximo histórico; las gasolinas rondando ya los 300 pesos por galón. A todo esto, la respuesta es: la Covid -19, y que es un problema mundial. Sí es así, pero como siempre nos comparamos con los demás para lo bueno, vamos hacerlo para lo malo. ¿Qué se ha hecho o mejor dicho qué no se ha hecho en la Republica Dominicano que tenemos la cuarta inflación más alta de Latinoamérica? ; Sólo superados por países que están en default hace mucho tiempo: Venezuela, Argentina y Haití.
Por tanto, y si todo esto fuera poco, pasando de la economía a la política. El actual presidente en sus afanes reeleccionistas, estaría pensando en meter de contrabando en una reforma constitucional, quitar el 50%+1; esto es simple y llanamente que no haya segunda vuelta y que se gane las elecciones por mayoría simple… pero ¿Por qué ese 50+ 1 está en la constitución dominicana? Por allá por los 90, exactamente luego de las elecciones de 1994, donde hubo una crisis postelectoral, y en la cual la Junta Central Electoral tardó casi tres meses en anunciar el ganador de las elecciones, ya que según el candidato “perdedor” por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, alegó un fraude descomunal perpetrado desde el poder y que le permitió una reelección más a Joaquín Balaguer. Tras días de inestabilidad, protestas y boicots de los congresistas perredeístas, la solución fue firmar un acuerdo entre el PRD, PLD y PRSC que se llamó “Pacto por la Democracia” y que consistió en convocar a elecciones para noviembre del 1995, fecha que se postergó a mayo de 1996; y es donde aparece la figura del 50%+1, idea de Peña Gómez que evitó en su momento una guerra civil en la Republica Dominicana. Peña que no contaba con la astucia de Balaguer, pues este le hizo su vuelta y apoyó al PLD y a Leonel Fernández. Lo demás es historia…
Hoy nos encontramos con que los que ostentan el poder pretenden llevarse de encuentro, una raya de Pizarro que sería mejor no cruzar, porque hasta la paciencia del más pendejo tiene un límite.
Nunca como ahora la semidemocracia que tenemos se ha visto tan en peligro, el Partido Revolucionario Moderno, que ni es Partido, ni es Revolucionario y mucho menos Moderno, en la praxis ha negado a su líder (Peña Gómez) una y otra vez. Lo próximo sería el 50+1 que tanta sangre evitó derramar.
Antes que cruzar esa línea roja, señores del gobierno , sigan comprando gente de todos los partidos a ver si llegan al 50%+1 que hoy está bastante lejos… porque si la economía va mal , la política va mal y nadie aguanta un galón de gasolina a 300…