Es la política, no la metafísica

Es la política, no la metafísica

Snayder Santana

Las sociedades se organizan alrededor de un Estado y sobre la base de acuerdos políticos que rigen y norman la vida en sociedad.

Partiendo de lo anterior se establece que, a partir de la política y desde ella se regulan las relaciones sociales que siempre son contradictorias, de ahí, las contradicciones de clase sociales y la lucha entre ellas, que a saber de Marx es esta lucha de clases el motor de la historia humana.
La metafísica, como su nombre lo dice, es aquello que esta más allá de lo físico. Todo lo que esta fuera o debajo del plano físico y material, atribuibles a las cuestiones de fe, las manifestaciones de lo inmaterial, ideologías y por consiguiente sin posibilidad ultima de comprobación.

Hegel en la filosofía del espíritu se plantea la tensión entre el ejercicio de la libertad individual y la obediencia respecto de la autoridad política, por así decirlo. Ante esta tensión plantea al Estado como el ente que puede reconciliar ambos aspectos en la vida social. El Estado es la realidad de la idea ética; es el espíritu ético en cuanto voluntad manifiesta, ostensible a sí misma, sustancial, la cual se piensa y sabe, y la cual lleva a cabo lo que sabe y en cuanto lo sabe. En lo ético tiene el Estado su existencia inmediata, y en la autoconciencia del individuo, en su saber y actividad, suexistencia mediata.

La política y la metafísica por tanto pueden coexistir y de hecho coexisten en la sociedad moderna, siempre que una no transgreda el espacio de la otra. La vida espiritual, de fe, de ideología, de creencias tanto individuales como colectivas está dentro del espectro de la metafísica.
Los temas de las relaciones sociales, las normas y la forma en que se organiza, se estructura y funciona una sociedad como tal, es el ámbito de acción de la política, todo cuanto quede dentro de esta delimitación es de discusión en el plano y espectro político.

Los derechos ciudadanos, la educación, la salud y la vida como hecho ontológicamente político, no debe ser nunca un tema de discusión ni de subordinación a concepciones metafísicas absolutas.

Por tanto, temas como el tipo de educación formal y el currículo educativo universal en tanto la educación es un derecho, cae dentro del plano de la política, apartar las religiones de la discusión sobre la educación no implica excluir a los religiosos de la discusión social y política, Pues, esto sería contra producente. De lo que se trata es de apartar la discusión del plano eclesiástico y que los mismos participen como ciudadanos en el ámbito que corresponde.

El tema del aborto y la vida es otro tema de derechos, de salud, de la emancipación del cuerpo, se trata de libertad de elegir. La posición del Estado frente a este tema debe ser una posición política, que garantice derechos. La fe, la metafísica y las religiones no pueden legislar, las normas colectivas no pueden responder a los intereses de una fe o de un grupo particular, deben responder al interés supremo de la mayoría de los actores de la sociedad.

El matrimonio, sí, el matrimonio simple, ni igualitario, ni tradicional, ni matrimonio gay. El matrimonio es una institución jurídica, un contrato entre dos partes que acuerdan una serie de preceptos legales sujetos a leyes y basados en la libre elección. Nada hay de biológico, religioso o metafísico en un contrato de dos partes con relación al Estado y frente a la sociedad.

El Estado debe regular y normar los contratos basado en criterios de libertad, igualdad y garantizando el bien común. ¿Que busca la fe, la religión y la metafísica en esta materia?
En una democracia constitucional como la nuestra, la suma de la satisfacción individual de las aspiraciones de los individuos que conforman la sociedad ha de ser la meta para el bienestar social, apartar la metafísica del escenario de lo político supondría una apertura al disfrute de derechos fundamentales y universales.

La libertad del ser presupone vivir en una sociedad cada vez más política y a su vez menos metafísica.