Por Julio Ravelo Astacio
De seguro amigo lector habrá usted escuchado esa expresión. En nuestro país se emplea para referirse a una persona que da muestras de escasa inteligencia, cultura o instrucción. Cerrado, tosco, bruto. Pero, en el devenir de los años, la vida nos puede dar sorpresas. Así que, si alguien comentó que “ese tipo es un ñame”, no se detenga a buscar limitaciones, si usted se lleva de todo lo que la gente dice, se volvería loco.
Coger y dejar. Siga su diario accionar con buen ímpetu y mejores intenciones.
Olvídese del que dirán. No se aislé, escuche, pero tampoco se torne demasiado sensible a ciertos juicios y comentarios.
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Personas existen que por sus características estarán siempre dispuestas a enjuiciar y tratar de denostar al otro. Deje el agua turbia correr, en tiempo prudente ella volverá a estar cristalina y acogedora. Coger y dejar, ahí puede estar la clave para una vida tranquila, productiva y exitosa.
Siempre habrá personas que le quieran mucho, otras no tanto. Por demás, algunas no toleran los éxitos del otro. Nunca será posible serle simpático y agradable a todos los que le rodean. Piense positivo. La otra parte también terminará aceptándole y hasta queriéndole.
Para muestra un botón. Hoy en día la valoración del ñame se ha transformado totalmente. Se ha comprobado que este tubérculo conocido científicamente como dioscórea, es una planta que se cultiva en muchas partes del mundo, en particular África, Asia, América del Sur y El Caribe. Es un superalimento que todos debemos valorar y consumir por los múltiples beneficios que tiene sobre nuestro organismo.
Entre sus componentes más destacados está la diosgenina, compuesto que se asocia con la mejoría de la memoria y en general de la función cognitiva. Los expertos aseguran que contiene un bajo índice glucémico, ya que, está compuesto por carbohidratos complejos y fibra dietética que puede contribuir a la salud en general del sistema circulatorio mejorando el flujo sanguíneo al cerebro. Razón trascendente para mantener una buena memoria, ya que un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes son esenciales para su óptimo funcionamiento. Este tubérculo es además una fuente excelente de vitamina C, A, B6 y minerales como el potasio, cobre, calcio, magnesio, fósforo y hierro. Destacar el aporte de Vitamina C por su papel en la salud cerebral, puesto que, participa en la formación de neurotransmisores esenciales como la dopamina y la noradrenalina.
La vitamina B6 es necesaria para la síntesis de la serotonina, neurotransmisor que interviene en el estado de ánimo y mejora la memoria. El ñame es uno de esos superalimentos que son conocidos por sus beneficios para la memoria y la salud en general. Cada día crece más el número de especialistas que mencionan la dieta del ñame para fortalecer el crecimiento neuronal y hacerle frente a la pérdida de la memoria.
Pero espere, hay más. El ñame tiene antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño causado por los radicales libres, contribuyendo a la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El ñame tiene efectos depurativos y diuréticos beneficiosos en caso de artritis, edema o gota. Es además un aliado del sistema inmunológico. A nivel hepático el uso de este superalimento eleva de manera significativa las actividades antioxidantes.
Aporta pocas calorías por lo que es alternativa si se busca una dieta baja en calorías y contribuye a producir sensación de saciedad. Por esta razón está indicado en las dietas energéticas de niños y deportistas. Se le atribuyen además aportes importantes en la mejoría de la digestión y prevención del estreñimiento.
El ñame tiene menos calorías que la papa. Puede consumirse en diversas formas: hervido, al vapor, al horno, incluso frito. Resiste altas temperaturas y puede estar fuera del refrigerador hasta por algunos meses sin perder sus propiedades.
Como hemos podido valorar, una primera apreciación puede no ser el retrato fiel de lo que usted cree haber visto, “todo depende del color del cristal con que se mire”.
Necesitamos observar detenidamente, tomar en cuenta circunstancias para formarnos una idea justa y acabada. “Ese tipo puede parecer un ñame”, pero, hoy resulta ser que el ñame es un superalimento. Vamos a incluirlo ya en nuestra alimentación diaria.