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Fidel Sendagorta
En el artículo de la semana pasada inicié la serie sobre el libro de Sendagorta titulado “Estrategias de Poder. China, Estados Unidos y Europa en la era de la gran rivalidad[1]. Decía, tomando las ideas del autor, que China había obligado a Occidente, especialmente a Estados Unidos y Europa, a modificar su estrategia mundial; para definirla como el rival poderoso de Occidente.

Por su importancia, voy a señalar las ideas principales del autor a lo largo de los primeros capítulos. Veamos:

“China no desea una desestabilización del orden internacional, pero se ha convertido en una potencia revisionista. Y las señales que transmite el liderazgo chino van todas en contra de la convergencia de sistemas”. (p. 23).
La fermentación de esta atmósfera de desconfianza hacia China que se ha ido acumulando poco a poco hasta hacerse patente debido a estos factores:

a. A pesar de que hace 18 años que se incorporó a la Organización Mundial del Comercio (OMC), su economía no se ha abierto plenamente a las competencias de empresas extranjeras.

b. “La toma de conciencia de que la competición de las nuevas tecnologías tiene profundas consecuencias sobre la competitividad económica”. (P. 24)

c. “Un comportamiento más a la ofensiva de China en el ámbito internacional, especialmente por lo que se refiere al control militar sobre el mar de la China Meridional”. (p.24)

“China ha acumulado un enorme poder económico que al estar sostenido por la mayor población del mundo, puede transformar el sistema internacional y alterar el equilibrio de poder mundial, de manera que llegue a socavar el actual dominio de Estados Unidos”. (P. 24).
Europa juega a la defensiva, dice el autor. La nueva ruta de la seda:

a. El fuerte incremento de la inversión china en Europa a partir de 2016 ha disparado las alarmas.

Le invitamos a leer: Estrategias de poder hoy: China, Estados Unidos y Europa (parte 1)

b. “La creciente presencia económica china en Europa ha despertado los temores de que China utilice su nueva influencia para conseguir el apoyo político de ciertos Estados miembros en cuestiones como el mar de la China Meridional, los derechos humanos o el trato a las minorías, impidiendo así que la Unión Europea pueda unirse en torno a posiciones comunes”. (P. 36)

Estados Unidos está en la política de competición:

a. “El mantra chino de win-win ha perdido atractivo en Washington y el mundo entero se convierte en el escenario de un juego de suma cero”. (P. 37)

b. “El vínculo entre tecnología y seguridad nacional se ha convertido en el centro de la competición con China, y Washington presiona a los europeos para que sean más conscientes de los riesgos de seguridad que conlleva el uso de tecnologías chinas en las redes 5G”. (P.37).

NOTA: Sobre esta opinión del autor, las últimas declaraciones del presidente Biden la reafirman. En la prensa internacional aparecen las siguientes noticias: Biden afirma que China “coquetea con el peligro” en Taiwán; Biden continúa su gira para reforzar el liderazgo de EEUU en Asia; Estados Unidos se compromete a intervenir si China invade Taiwán.
China juega a la ofensiva. Según el autor, los objetivos de China en Europa son los siguientes:

a. La prioridad de China de preservar su unidad nacional y su sistema político y económico, bajo el liderazgo del Partido Comunista Chino.

Puede leer también: China se avecina: El prólogo de Wilfredo Lozano

b. La creación de un orden regional e internacional acorde con las aspiraciones de China, que pretende convertirse en la potencia en Euroasia y en el Indo Pacífico.

c. China defiende la posición de que el orden mundial establecido por Estados Unidos está en franca decadencia.

d. China continuará con su política de transformar la economía hacia sectores de mayor innovación.

e. China busca ampliar su “círculo de amigos”, tratando de debilitar el vínculo entre Estados Unidos y Europa. “La Franja y la Ruta es el instrumento clave para promover esta visión geopolítica que quiere poner de manifiesto la centralidad de Pekín y su liderazgo en todo el continente euroasiático.
Inversión en Europa: “La inversión directa de China en los países de la Unión Europea ha aumentado de los 700 millones de euros anotados en 2008 a los 20,000 millones en 2015 y 35,000 millones en 2016. Esta tendencia al alza ha disminuido en intensidad en 2017 y 2018 (…) como resultado del descenso de la inversión directa china en todo el mundo”. (P.42)
Los objetivos estratégicos chinos:

a. El Plan Made in China 2025 busca la transformación del modelo económico para convertirse en el líder de las potencias industriales del mundo, a lo largo de tres etapas que finalizaría en 2049.

b. La Franja y la Ruta tiene como objetivo la integración de Euroasia por medio de nuevas conexiones terrestres y marítimas. En 2020 se habían asociado más de 16 Estados. La estrategia está caracterizada por la inversión en transporte e infraestructura por toda Europa, especialmente en el este, como es el caso de los Balcanes. Ejemplos: El puerto del Pireo en Grecia; el ferrocarril Hungría-Serbia; Redes eléctricas en Portugal y otros países; energía nuclear en Reino Unido; solo para señalar unas cuantas.

Lamentando mucho que el espacio se haya agotado. Seguimos en la próxima con este interesantísimo libro. Ojalá que este resumen, apretado, es cierto, permita que los lectores se interesen en ese nuevo panorama geopolítico.

[1] Fidel Sendagorta. (2020) Estrategias de Poder. China, Estados Unidos y Europa en la era de la gran rivalidad. Madrid. Editorial Planeta.