Progenitores lamentan actitud de educadores hacia alumnos, que implicó maltrato verbal y sicológico, cierre de chats y hasta falta de información sobre exámenes finales
Informe especial. Cuando la escuela es un lugar angustiante
Progenitores lamentan actitud de educadores hacia alumnos, que implicó maltrato verbal y sicológico, cierre de chats y hasta falta de información sobre exámenes finales
Aquella máxima que reza que el profesor es un segundo padre, no siempre es respetada de modo cabal. De forma lamentable, en múltiples ocasiones la violan estudiantes de cualquier edad o grado.
Durante las clases virtuales, los docentes recibieron presión no solo de sus alumnos, incluso de los padres. Así, los memes, las indirectas en redes sociales, los insultos y hasta hackeo de cuentas electrónicas empañaron la convivencia y generaron demandas en los tribunales.
Los reportes asentados en el Ministerio de Educación consignan que los facilitadores fueron víctimas de ofensas escritas y pronunciadas en medio de la docencia, de muestras de desinterés que convertían su clase en un relajo y del reclamo de progenitores porque ignoraban sus preguntas y dejaban muchas tareas.
La profesora Ana Romero Franco, que coordinó un colegio y luego trabajó en el distrito educativo 15 01, explica los pormenores de una educación que implicó hasta enfrentamientos verbales y legales. Estuvo al inicio de la pandemia con el fin del año escolar, después integrada desde el distrito educativo vio la realidad desde un ángulo más abarcador.
“Estudiantes irrespetaron a profesores, les hackearon cuentas y eso trajo procedimiento legal a gente inocente, como el caso de un educador que fue a la cárcel por un año porque su facebook fue hackeado y lo usaron para delinquir”, sustenta.
Entre adultos más difícil
En el caso de Prepara, educación para adultos, las cosas son más complicadas, porque los estudiantes pueden perder con mayor facilidad el respeto al profesor, pues lo ven como un igual y por tanto, el riesgo de agresión aumenta.
El docente Hermes de Paula, indica que en esa área los maestros deben ser cautelosos, manejar con mucho tacto cualquier diferencia con el alumnado y explica que en el año lectivo recién finalizado, los inconvenientes fueron más álgidos por la naturaleza misma de la situación.
Cuenta que fue más difícil para esas personas adaptarse al método de estudio y esto dio pie a irritabilidad, a desavenencias y a discusiones con los educadores
Es gente que trabaja arduas horas y en su afán de estudiar hace el esfuerzo el fin de semana, pero no todos están habituados al manejo de la tecnología y esto crea ansiedad.
Sistema detectó clases virtuales facilitaron fraudes estudiantiles
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Ciclo virtual dejó lagunas que deben enfrentar actores en nuevo año
Confía en que este ciclo sea presencial por entero, porque el sistema demostró que no está apto para seguir en virtualidad y esto aumenta las lagunas o campos vacíos de los aprendices, que deben superar muchos escollos.
Facilidad para fraudes
De Paula indica que estudiantes meritorios vieron bajar su índice, pero otros de menores notas sacaron provecho a la pandemia, porque fue más fácil hacer trampas en las pruebas. El sistema registró casos de fraudes cibernéticos que conllevaron anulación del examen a todo el curso, aunque solo un grupo cometiera la infracción.
Otro punto negativo, el poco apoyo de los profesores a estudiantes excelentes afectados por la pandemia, un efecto que les arrastró a la deficiencia académica.
Ineptitud docente
A María Ascacio la tomó de forma inopinada el revés sufrido por su hijo. Esta madre de un estudiante meritorio nunca fue informada por los facilitadores del descenso en las calificaciones y como el niño siempre mostró disposición, nunca sospechó.
Pago menor
Por tareas compartidas
Conflictos
La docente Ana Romero Franco expone que los colegios también sufrieron inconvenientes con padres que rehusaban saldar porque ayudaban a sus hijos con las tareas. Pero el centro debía pagar a profesores y esto generó muchos conflictos entre actores del sistema
Docentes
sean más sensibles
De la misma forma en la que los profesores tienen quejas de alumnos y padres, estos critican la actitud de los docentes que mostraron dejadez y hasta petulancia e ignoraban las dificultades que trajeron las clases virtuales.
“Enfocados en la docencia como si fuese periodo normal, no tuvieron la más mínima consideración con alumnos que quedaron rezagados por la tecnología y sobre todo por la incertidumbre que trajo la pandemia. Encima, los colegios cobraron el mismo monto de siempre o hicieron un descuento irrisorio”, plantea Lucia Berzoza, que afirma sufrió en carne propia esa realidad terrible.
María Ascacio clama porque ya acabe todo esto y vuelva la normalidad en septiembre, porque a su hijo, estudiante meritorio, este sistema le destrozó el índice y el estado de ánimo y el respaldo de los profesores fue minúsculo o nulo, aunque conocían su potencial, lo que define lamentable para ese centro educativo, porque le deja al desnudo la insensibilidad, el materialismo.
Esta madre enarbola que lo correcto debió ser mantener un contacto directo con los padres.