El Observatorio Político Dominicano (OPD) considera imprescindible que se adopten políticas públicas para mejorar la salud reproductiva de la mujer y que pongan un alto a la cantidad de muertes maternas y al creciente número de feminicidios.
Además el país requiere de programas de educación sexual que disminuyan los embarazos en la adolescencia para fomentar la participación de estas jóvenes en el ámbito educativo y laboral.
Las sugerencias están contenidas en el estudio “Panorama evolutivo de la situación de la mujer dominicana al año 2018”, que realizó el OPD a propósito del Día Internacional de la Mujer.
“A pesar de las grandes conquistas, todavía quedan muchos obstáculos que dificultan el logro de la igualdad de oportunidades, la equidad de género y la participación en la sociedad dominicana”.
Desigualdad. El estudio cita que en la República Dominicana el 44% del desarrollo humano se ve reducido por la desigualdad de género.
Para 2015, República Dominicana presentaba un Índice de Desigualdad de Género (IDG) superior al promedio mundial y regional con 0,470 frente a 0,443 a l y 0,390, respectivamente.
La educación. El observatorio destaca que las mujeres dominicanas tienen mayor representación en todos los niveles educativos y sin embargo esto no se refleja en el sector laboral, ya que la mujer posee una tasa de inactividad casi el doble que el hombre.
Mortalidad materna, un retroceso. El estudio cita que la República Dominicana se encuentra entre los países con mayor tasa de mortalidad materna de América Latina con 92 muertes por cada 100,000 nacidos vivos en el año 2014.
Agrega que esta tasa aumenta por muerte de mujeres extranjeras, al citar cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP) que refieren que se practicaron 18,610 partos y cesáreas a foráneas lo que representa una tasa de natalidad bruta de 104 partos por cada mil mujeres extranjeras en edad fértil. Agrega además que existe una alta mortalidad materna en las extranjeras, sobre todo en hospitales de la frontera.
“Esto podría apuntar una posible relación entre las migraciones haitianas y el creciente aumento de mortalidad materna en República Dominicana”.
Embarazos en adolescencia. El estudio también indica que la vinculación del embarazo en adolescente con la pobreza y la falta de oportunidades lo convierte en uno de los principales retos a superar para que las mujeres aprovechen al máximo sus capacidades.
Refiere que al 2015 el 20% de las mujeres entre 15-19 años no acudía a centros de estudios a causa de los embarazos.
República Dominicana junto a Nicaragua y Guatemala registraron las tres mayores tasas de la región con más de 100 nacimientos por cada 1,000 mujeres entre este rango de edad.
“Dado que el embarazo adolescente disminuye los años de escolaridad y las capacidades de las mujeres de insertarse en el mercado laboral, podría considerarse que este contribuye a la pobreza y perpetúa la desigualdad social y la inequidad de género. Estos aspectos plantean la necesidad de programas de educación sexual y reproductiva que puedan disminuir la problemática”.
Refiere cifras de la ONE para el período 2011-2015 que dan cuenta de la tendencia creciente del número de nacimientos registrados en adolescentes dominicanas de 15 a 19 años con un ligero punto de inflexión en 2013 para luego retomar la tendencia.
Considera que este es uno de los factores que producen vulnerabilidad de niñas y adolescentes, a su vez, dificultan e imposibilitan un futuro mejor a través de la capacitación y el aprovechamiento de las oportunidades.
Feminicidio: fenómeno que se escapa. El feminicidio es una de las principales problemáticas que afecta a miles de familias en el país, señala el estudio al agregar que a pesar del establecimiento de políticas públicas, el Estado no ha sido capaz de frenar o disminuir la cantidad de mujeres que mueren víctimas de la violencia machista.
Indica que de acuerdo con lo establecido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2016 1,831 mujeres fueron víctimas de feminicidio en la región mientras República Dominicana ocupó el tercer lugar en la tasa de feminicidios, es decir, 108 mujeres murieron por cada 100,000.
“Las altas cifras de feminicidios registrados en los últimos años exigen un esfuerzo a escala nacional para enfrentar esta problemática. Es importante que se eduque en el respeto, los valores y la equidad de género en la sociedad dominicana como principales pilares ideológicos”.
Agrega que es importante señalar que las estadísticas de 2016 contienen toda la tipología de los feminicidios: íntimos, por conocidos, perpetrados por familiares, por desconocidos e infantiles.
Apuntes finales. El estudio concluye que a pesar de la desigualdad, las alarmantes cifras de feminicidios, muertes maternas y embarazos en la adolescencia, la mujer dominicana se sigue abriendo paso en su lucha por la equidad, lo que es notable dado su activismo social y su conquista de algunos escenarios, como la educación. Sin embargo, es necesario lograr una mayor inclusión en los ámbitos políticos y del mercado laboral.
Destaca que al observar la situación de la mujer dominicana en los últimos años, es preciso reflexionar sobre la vulnerabilidad femenina en cuestiones de derechos.
Es por tanto que aconseja mejorar la salud reproductiva y tomar acciones que disminuyan la cantidad de muertes maternas y al creciente número de feminicidios.
Asimismo se requieren programas que eduquen sexualmente a las niñas y adolescentes para que disminuyan los embarazos y que las jóvenes se mantengan en el ámbito educativo y se inserten en el laboral.
“En suma, para que existan las mismas oportunidades en el entorno social y económico entre mujeres y hombres, quedan por superar muchos retos que ocasionará la metamorfosis de una sociedad liderada en exceso por los hombres hacia una equitativa y más prospera. Para esto, es necesario robustecer la independencia de las mujeres mediante la orientación de las políticas públicas a mejorar su participación en la sociedad”.