Unión Europea develó el miércoles una serie de medidas para facilitar las compras por internet a través de sus fronteras, obligar a proveedores en línea a ofrecer películas europeas y a evitar la exhibición de contenidos nocivos para menores de edad.

La comisionada para asuntos del consumidor de la UE, Vera Jourova, declaró que las propuestas «son un paso importante para ajustar las protecciones al consumidor al mundo de la internet, y para dar seguridad jurídica a las empresas».

Entre las medidas está un pedido para que proveedores de contenido como Netflix, iTunes o Amazon dediquen por lo menos 20% de su contenido a producciones europeas.

Sin embargo, el intento de establecer cuotas no cayó bien en la industria y fue criticado por algunos entendidos en el tema.

«Las cuotas culturales son algo obsoleto e innecesario. Los proveedores ya dedican bastantes recursos a contenidos locales europeos», expresó James Waterworth, vicepresidente de las operaciones europeas de la asociación de la industria cibernética CCIA.

Funcionarios de la Comisión Europea dicen que el catálogo de Netflix ya está compuesto en un 21% por contenido europeo, y que en otros proveedores el porcentaje llega incluso al 30%.

«Estos porcentajes no van a representar un esfuerzo mayor», indicó Guenther Oettinger, comisionado a cargo del mercado digital europeo. «Estamos suministrando cierto grado de seguridad para la industria cinematográfica europea».

Otra norma impediría el llamado bloqueo geográfico, es decir, cuando un cliente por internet es reorientado a una plataforma de cierto país cuando trata de hacer una compra.

Tales medidas por lo general fueron aplaudidas por la principal organización europea de defensa del consumidor, aunque la BEUC dijo que podrían mejorar.

«Sería contradictorio con la idea de un mercado común que alguien no pueda comprar una tablet, un suéter o un videojuego porque viven en otro país de la UE o porque están pagando con una tarjeta de crédito extranjera», dijo la directora general de la BEUC Monique Goyens.

Aun así opinó que es «lamentable que se le pueda impedir a un consumidor la compra de productos digitales como los libros electrónicos o la música electrónica que vienen de un vendedor extranjero. Las series de televisión, las películas y los eventos deportivos también quedarían bloqueados. Es hora de que la UE le ponga fin al bloqueo geográfico».

Las medidas también buscan proteger a los menores de edad de contenidos nocivos como la pornografía o la violencia, e intentan limitar la incitación al odio social. Habrá nuevas medidas para detectar el contenido ofensivo, verificar la edad del cibernauta y establecer sistemas de control por adultos.