El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) invita a todos los sectores políticos, sociales y religiosos a redoblar los esfuerzos antes los grandes desafíos que presenta el 2023 para el país, tanto en lo económico y social, como en la lucha contra la violencia y la inseguridad.
El pastor Feliciano Lacen Custodio, presidente de la entidad, invita a todos los dominicanos a un reencuentro con Dios en estos días de Navidad y Año Nuevo, no pensar que el mundo se va a terminar en este feriado y que hay que trabajar a partir del día primero para que el país siga hacia delante.
“Entonces, debemos a salir a las calles con prudencia, amabilidad y tolerancia, por lo que debemos reencontrarnos con Dios para pensar en los planes que tenemos para el año próximo, pero debemos tener mente sana, saludable y unión familiar”, expresa.
Solicita a los dominicanos a que cuando viajen hacia las provincias y municipios del país lo hagan con la prudencia necesaria, porque el país necesita de cada uno de sus habitantes para construirlo.
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Recuerda que el 2022 afectó grandemente a la sociedad dominicana, aunque al final observó alguna esperanza de solución, lo que atribuye al que desde el gobierno se tomaron algunas medidas.
Manifestó su optimismo en que el 2023 la República Dominicana se encaminará por buenos senderos, pero que necesita del concurso de todos, no solamente del Gobierno.
Solicita de las autoridades hacer empatía con los gobernados, en lugar de desarrollar políticas públicas desde escritorio, bajar a las organizaciones sociales, políticas y religiosas para que sean más efectivas.
“Las autoridades deben lanzarse a las calles, para tener contacto cara a cara con la gente, tratando de solucionar problemas que se arrastran desde hace años y que necesariamente hay que enfrentar en conjunto”, expuso.
Considera que el mundo vive grandes inflaciones que afectan principalmente la canasta familiar.
“Y es por lo que debemos de prever este tipo de situaciones y generar unicidad de los sectores políticos, empresariales, sindicales y comunidad de fe. Tratar de concertar un gran diálogo social”, apunta.