En los últimos 20 años se ha tenido un crecimiento exponencial de lo que es Interconectividad y comercio electrónico. Se han aplicado buenas prácticas por medio de herramientas que nos permiten alcanzar una transformación tecnológica y confianza digital.

Con la Innovación se han logrado esgrimir grandes retos; de salud, educación, comunicación, agricultura, movilidad, laboral, en fin, de todas las áreas y disciplinas, siendo la tecnología la protagonista transversal para convertir debilidades en grandes oportunidades y fortalezas.

La cultura digital es un modelo de relaciones electrónicas, ha sido ingente la receptividad de los usuarios ante los cambios que sufren los procesos por la transformación digital y aunque aún quedan grandes desafíos, se ha generado gran confianza en la tecnología.

¿Pero; cómo se ha logrado tal confianza en la tecnología?

Para la protección de transacciones online y la identidad de los usuarios es necesario establecer estándares de seguridad, precisando garantía de la integridad, confidencialidad y autenticidad de los documentos intercambiados y almacenados. Existe toda la base legal sobre regulaciones y reglamentos que rigen los servicios electrónicos.

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Los servicios de confianza digital están basados en exigir una verificación estricta de cada persona o dispositivo antes de concederle acceso.

La base de la confianza digital consta de tres elementos clave:

1. La autenticación de la identidad, es la capacidad de demostrar que un usuario o una aplicación es realmente quién dicha persona o aplicación asegura ser.

2. La integridad, es decir, la garantía de que un objeto no ha sido manipulado

3. El cifrado, que sirve para proteger los datos mientras se transmiten

Los servicios de confianza digital son servicios electrónicos que se traducen en garantía de la seguridad de la información en las interacciones electrónicas, tanto a nivel público como privado, garantizando la legalidad del proceso. Integran acciones relativas a la creación, verificación y validación de firmas electrónicas, sellos electrónicos, sellos de tiempo.

La firma digital: es un conjunto de datos asociados a un documento electrónico que permiten identificar al firmante de manera inequívoca y asegurar la integridad del documento firmado.

Tiene la misma validez legal que la firma manuscrita y agiliza el proceso de firmar acuerdos entre dos partes evitando el uso de papel.

Sello electrónico: es un certificado electrónico cualificado que acredita el origen e integridad de los datos de una persona jurídica, es decir, son datos en formato digital que se asocian a otros datos electrónicos de manera lógica para garantizar su origen e integridad.

Sello de tiempo o time stamping: Es la garantía de que la información contenida en un documento no ha sufrido alteraciones desde el momento que se generó en la firma electrónica.

Para adquirir un certificado de firma digital se requiere que sea emitida por una autoridad de certificación que es una entidad de confianza, responsable de emitir y revocar los certificados, utilizando en ellos la firma electrónica, para lo cual se emplea la criptografía de clave pública.

En un mundo globalizado y conectado que utiliza dispositivos electrónicos para casi todo, se ha acelerado inexorablemente la transformación, haciendo de la confianza digital un eje indispensable que permite tener la certeza absoluta de que las actividades que se realizan a través del internet sean seguras, convirtiéndose así en un requisito ineludible en el uso de la tecnología.