Bridgewater, Nueva Jersey. – La exempleada de la Casa Blanca Omarosa Manigault Newman asegura en un nuevo libro que existen grabaciones del presidente Donald Trump profiriendo insultos racistas y que lo vio comportarse «como un perro sin correa» en numerosos eventos a los que asistió sin la primera dama Melania Trump.
El libro «Unhinged» (desquiciado), cuya aparición está prevista para el 14 de agosto, contiene una larga lista de denuncias escandalosas. The Associated Press obtuvo por adelantado un ejemplar del libro autobiográfico, que según la Casa Blanca está «plagado de mentiras y acusaciones falsas».
Manigault Newman, que fue concursante en el reality show de Trump «The Apprentice» y luego asesora presidencial sénior, presenta al presidente como un hombre disperso, ensimismado, misógino e inseguro.
Después de defenderlo durante años, llegó a la conclusión de que Trump era un intolerante, dice. «No quería creerlo. Rechazaba lo que decían otros sobre él porque no lo conocían como yo. Tuve que sufrir el dolor de presenciar su racismo con mis propios ojos y escucharlo con mis propios oídos, muchas veces, hasta que ya no pude negarlo», escribe en el libro.
Dice también, sin presentar pruebas, que existen grabaciones del presidente en las que usa reiteradamente un conocido término racista en el plató del reality show. Reconoce que nunca pudo obtener ni escuchar esas grabaciones, pero asegura que tres fuentes a las que no nombra describieron su contenido.
A lo largo del libro, la autora presenta un retrato profundamente crítico del presidente como un hombre que «amaba el conflicto, el caos y la confusión; le encantaba ver a la gente discutir o reñir».
Dice que lo vio comportarse de manera indebida en numerosos eventos a los que asistió sin su esposa en su resort Mar-a-Lago, en Florida, como fiestas de cumpleaños, recaudaciones de fondos y torneos de golf. Alega que Trump ha exhibido señales de un «deterioro mental innegable» y dice que imprimió para él un estudio que vincula el consumo de Diet Coke con la demencia y derrames cerebrales y lo puso en su lista de documentos a leer.
La Casa Blanca atacó duramente el libro y su autora, así como a la prensa por comentarlo. «Es un libro plagado de mentiras y acusaciones falsas», dijo la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders. «Es triste que una exempleada contrariada trate de beneficiarse con estos ataques falsos y aún peor que la prensa le dé una plataforma».