Debe llamar mucho la atención la advertencia formulada el pasado fin de semana por el Club Nacional de Gestión de Riesgos -vigorosa expresión preventiva de la banca nacional- sobre la forma en que el país figura en la mira de quienes usan tecnologías para el robo financiero. Sostuvo que República Dominicana ha sido víctima de organizaciones que se dedican a fraudes tecnológicos. Una vulnerabilidad aumentada además porque evitarlos depende mucho de la forma en que los usuarios del sistema estén suficientemente alerta y condicionados a protegerse, lo cual no está muy garantizado. El llamado llega luego que el año pasado TransUnión, central de información crediticia sobre el mercado bancario, dijera que el país se encuentra en el centro de una ola de fraudes que golpea miles de consumidores y empresas. Reportó que en el primer semestre del 2024 República Dominicana registró una de las tasas más altas de fraudes, ocupando el segundo lugar entre 19 países con un 32% de los consumidores denunciando intentos de estafas tecnológicas. Tras un análisis la firma diagnosticó que los fraudes afectan a varios sectores clave de la economía. Dijo categóricamente que los ciberdelincuentes utilizan tácticas cada vez más sofisticadas.
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Un informe de la Superintendencia de Bancos indicó en el 2023 que la mayor cantidad de fraudes ocurrió en cuentas de ahorro y corrientes. Otro reporte de ese año advirtió que a medida que aumenta la bancarización se incrementan los riesgos de las entidades financieras debido a un mayor flujo de transacciones digitales, presenciales y a través de cajeros automáticos. Otra verificación refirió adicionalmente que las tarjetas de crédito personales y estándar utilizadas para pagos de productos y servicios a través de comercios electrónicos fueron de los elementos de mayor impacto en el riesgo operacional tanto interno como externo. En su pronunciamiento del pasado viernes el Club de Gestión de Riesgos admitió que en el país se han formalizado prácticas para proteger a los clientes de bancos pero que «se debe seguir trabajando sobre todo en el punto bastante importante de la concientización».