Tras el paso de la pandemia del covid-19, el uso de armas de fuego y la tasa de desempleos fueron detonantes mortales que incrementaron la delincuencia y homicidios debido a la ansiedad de las personas por falta de oportunidades.
La afirmación fue hecha por Patricio Tuleda Poblete, miembro de la Asociación Internacional de Analistas del Crimen, quien definió el aislamiento como una antesala para que los delincuentes innovaran delitos por medio de las herramientas digitales, afectando a millones personas que con engaños y estafas, por la falta de trabajo y de oportunidades que persistían en ese momento.
En ese tenor, el chileno expresó que las políticas de seguridad no se encuentran en la creación de nuevas leyes, sino en problemas de gestión causando inestabilidad en la búsqueda de soluciones. “Las leyes se aprueban en un gobierno pero en el siguiente periodo no se le da el seguimiento o les cambian el nombre, se descontinúan creando una inestabilidad que afecta el proceso de la búsqueda de soluciones debido a que cada gestión tiene objetivos distintos”, dijo.
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Señaló que el tiempo ayuda a las instituciones del orden aprender de los fracasos, pero mirando con detención la formación demandatoria de los policías, fiscales, y analistas.
“Mejorar el desempeño personal y colectivo de las autoridades, así como saber los impactos de lo que se hace en materia de prevención del crimen y los sistemas de información es la mejor inversión que podría hacerse para tener una respuesta eficaz que me mantenga con el paso de los mandos”, indicó al participar en el Seminario Internacional: Seguridad Ciudadana y Convivencia Post–COVID en América Latina, organizado por el Ministerio de Interior y Policía durante los días 29 y 30 de noviembre, en el Auditorio Manuel de Cabral de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Expertos de varios países participan en el evento que encabeza el ministro de Interior y Policía, Jesús (Chu) Martínez. Analizan temas de violencia y seguridad, miembros de la justicia, de la judicatura. Asisten funcionarios del Gobierno y profesionales en diversas área.
Servio Tulio Castaños G.
El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) manifestó que el dato comprobado en todos los estudios realizados en esta región radica en que una de las mayores fuentes de inseguridad, conflictos y creación de un ambiente que obstaculiza la realización de los objetivos sociales y económicos de nuestros países, emana de los conflictos convivenciales, generando homicidios, daños a los bienes y desestabilización social.