Por Julio Ravelo Astacio
Perú ha dejado su estampa para el mundo en muchas cosas, destacándose la maravilla de Machu Pichu (Montaña vieja), joya Inca que es uno de los atractivos turísticos más importantes de ese interesante país. A nivel musical tres canciones le identifican en el mundo: “La flor de la canela”, “El cóndor pasa” y “Fina estampa”. Esta última que Chabuca Granda escribió por el año 1956 y que dedicó a su padre Ing. Eduardo Antonio Granda. La canción es un homenaje a la elegancia y el porte de un caballero que pasa por las calles, evocando imágenes de un ambiente urbano y al mismo tiempo romántico de la burguesía limeña a finales del siglo XIX.
¿Qué es una estampa? Es la reproducción de un dibujo, pintura, fotografía, trasladada al papel u otra materia por medio del tórculo o prensa desde la lámina de metal o madera en que está grabada, también podría ser desde la piedra litográfica en que está dibujada.
El grabado o estampa es una obra gráfica original, múltiple. Dar a la estampa es fijar, dar a la posteridad.
Puede leer: La educación y el conflicto en el desarrollo humano y social
En sentido vernáculo conocemos “la estampa” que consiste en marcar, identificar animales mediante el proceso de calentar hasta conseguir que el metal se vuelva incandescente y entonces con la estampa, aplicar sobre la piel del animal durante unos instantes logrando grabar el nombre o las siglas que identifican al o los propietarios del mismo.
Hoy día se emplean mecanismos más sofisticados, pero no dudemos que aún en algunos lugares se lleve a cabo este rústico procedimiento. Ya se emplean microchips u otros procedimientos modernos para identificar propiedad de hatos: caballos, vacas, caprinos, ballenas, animales salvajes en riesgo de extinción. Así se logra la obtención de datos tan importantes como son las migraciones, apareamientos, formas de alimentación, entre otras informaciones que ayudan a su preservación.
A propósito, ya que hablamos del Perú, conviene destacar que el recién pasado 6 de abril República Dominicana y dicho país conmemoraron con lúcidos y productivos actos el 150 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre ambos países, iniciadas en el año 1874. Qué hermoso resulta desarrollar fuertes y estimulantes vínculos con países hermanos. Es por ese sendero que se deben fortalecer y estrechar vínculos y relaciones. Las guerras solo ocurren cuando somos incapaces de resolver los conflictos mediante la buena comunicación, el respeto a la integridad de los demás, dejando fuera los muchas veces soterrados y malsanos intereses.
Muchos dominicanos procuran presentar una fina estampa en su forma de vestir, de estar a la moda, usar colores y tejidos apropiados a la temporada. Adecuar prendas, carteras, zapatos, joyas o bisuterías que combinan con la ropa que llevan. Amén del peinado y el corte de pelo. Algunos, en cambio, prefieren el estilo casual. Otros se inclinan por lo extravagante, colorido, llamativo, grandes cadenas y exagerados anillos, en procura de llamar la atención y destacarse.
La forma de vestir de cada persona guarda íntima relación con su personalidad, sus valores culturales, su nivel económico, forma de ostentación o poder. De modo, amigo lector, que debemos revisar nuestra forma de vestir y verificar si aquello que acostumbramos a portar lleva a los demás el mensaje que deseamos hacer llegar, o, por el contrario, si existe una dicotomía entre lo que quiero proyectar y lo que evidenciamos.
Recuerde, asimismo, a la hora de elegir la ropa a usar ese día, que su estado anímico puede traicionarle y escoger colores que reflejen su verdadero estado de ánimo. La tendencia es la elección de colores que guardan estrecha vinculación en como verdaderamente usted se siente. Observe esos detalles y como resultado usted podrá encubrir un mal momento por el que está pasando y hasta dar mejor aspecto (imagen), vendrán los comentarios positivos y usted sentirá que las cosas han mejorado.
Así es la vida. Presente una buena estampa. Los demás podrían ser influenciados de su fina estampa. ¡Mucha suerte!