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La fiscal de La Vega, Aura Luz García, reveló este lunes que el exponente del género urbano Daniel Hernández, conocido como Tekashi, es una persona violenta.
«Nosotros tuvimos la oportunidad de entrevistar a Tekashi: ¿Qué nosotros vimos? Que es una persona que, mientras él tenga el control de las preguntas y la escena, está en calma, pero desde que le hacen una pregunta más o menos incómoda muestra agresividad», dijo.
«Entendemos que si lo hace ante un lugar donde él no tiene dominio, a un lugar donde está en frente a una autoridad, entonces nosotros creemos que lo puede hacer con más énfasis en un espacio donde lleva control», añadió.
Enfatizó en que no ha ido a una sola terapia, o al menos no ha presentado a las autoridades (como debía hacerlo según la sentencia) las evidencias de que está tomando esas terapias de desarticulación de la violencia de manejo de ira hasta este momento.
Sobre la agresión que hubo en el centro de estudio, García afirmó que «nadie puede creer que en un estudio de grabación de dos jóvenes de pueblo al que llega una figura internacional, le va a abrir a golpes desde que llegó».
«Entonces, el tiempo de la entrada del artista y el conflicto fue de un minuto, de uno a dos minutos; entonces quedó claro, para la investigación quedó claro, que el artista llegó y de inmediato le entró a golpes a las dos personas que estaban ahí y eso quedó reflejado con las lesiones de esas personas», argumentó.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en el programa radial «A Diario» que se transmite de lunes a viernes de 7:00 a 10:00 a.m. por la emisora «Sentido 89.3 FM».
Se recuerda que Daniel Hernández fue arrestado el pasado miércoles 17 de enero, bajo la orden judicial número 0273-2023, emitida por la jueza Kenya Romero, de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional.
Luego, la jueza Fátima Veloz impuso la presentación de una garantía económica de 30 mil pesos, en la modalidad de efectivo; impedimento de salida del país, presentación periódica los días 30 cada dos meses por ante el Ministerio Público investigador y la obligación de someterse a la vigilancia y cuidado del Centro Conductual para la Desarticulación de la Personalidad Violenta y asistir a las charlas que imparte dicho centro.
Según la investigación del Ministerio Público, el imputado ha ejercido violencia verbal, física y psicológica contra las víctimas.
El caso recibió la calificación jurídica de violación a la Ley 24-97, artículos 309-1 y 309-2.
