Santiago de Chile. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció hoy en Santiago que en los próximos meses trabajará en el análisis del impacto para América Latina de la caída de los precios de las materias primas y su incidencia en las políticas monetarias que están adoptando los países de la región.
El anuncio fue hecho por la directora gerente del organismo, Cristine Lagarde, en la sesión de clausura de la reunión de alto nivel que concluyó hoy en Santiago de Chile y tiene como horizonte la reunión anual que el FMI y el Banco Mundial celebrarán en Lima en octubre de 2015.
«¿Cuánto va a durar el periodo de bajos precios de los ‘commodities’? ¿Dos, tres años? Todavía está por verse», comentó Lagarde, quien enumeró algunas de las medidas que los países de la región han de adoptar para afrontar la situación.
«Los países deben estar preparados y usar el tipo de cambio como primera línea de defensa, ser prudentes en sus políticas fiscales y mantener buenas comunicaciones entre los bancos centrales en cuanto a la política monetaria.
Las recomendaciones de Lagarde se dieron en el marco de las conclusiones de la reunión de dos días celebrada en la capital chilena por el FMI, que convocó a autoridades económicas de la región y gobernadores de los principales bancos centrales.
La directora ejecutiva expresó su respaldo a las reformas estructurales que están llevando a cabo varios países de América Latina, entre ellos Chile.
En este sentido, Lagarde aconsejó a los Gobiernos que acometan reformas estructurales para garantizar el crecimiento, que acorten la brecha en infraestructuras y que fortalezcan la institucionalidad de los intercambios comerciales.
La directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional también defendió la idea del progreso social para lograr la prosperidad compartida.
«Nosotros creemos que la protección social y la inclusión están íntimamente ligadas al crecimiento económico. Esta es una lección que estamos aprendiendo de algunos países, incluido nuestro anfitrión», señaló Lagarde.
Un planteamiento con el que coincidió la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, quien además propuso un pacto regional en materia fiscal, de inversión, empleo de los recursos naturales y sostenibilidad ambiental.
Bárcena apostó por enfocar el mercado intrarregional «con una mirada más amplia» y añadió que las empresas traslantinas de México, Brasil o Chile tienen mucho que aportar a la hora de articular cadenas de valor.
«En esta era de bloques, ¿dónde está América Latina? ¿Por qué no nos ponemos a trabajar con una mirada más abierta, desideologizada?», planteó la responsable de la Cepal, quien llamó la atención sobre el hecho de que el comercio intrarregional en América Latina apenas alcanza el 19 %, frente al 60 % de Europa y el 40 % de Asia Pacífico.
En su intervención, Bárcena señaló que las cinco principales brechas de la región se dan en el ámbito de la inversión, la tecnología, la fiscalidad, la productividad y las infraestructuras, donde la inversión es del 21 % del PIB, cuando debería estar por encima del 27 %.
La última jornada de este encuentro, en el que se abordaron los desafíos para asegurar la prosperidad compartida en América Latina, estuvo dedicada a analizar de qué manera el sector financiero puede contribuir a la estabilidad y el crecimiento económicos.
Al respecto, Jeffrey Sachs, director del Earth Institute en la Universidad de Columbia, subrayó que el principio rector de la agenda futura para América Latina debe ser el desarrollo sostenible, «lo cual significa crecimiento con inclusión social y respeto al medioambiente».
En sus recomendaciones a los Gobiernos, que incluyeron desde la participación de las comunidades indígenas hasta el empleo de la tecnología de la información para incrementar la productividad, Sachs hizo hincapié en el acceso universal a la salud y a una educación de calidad.
«Esa es la clave para una sociedad justa, la mejor inversión», enfatizó el director del Earth Institute de Columbia y doctor en Economía por Harvard, quien elogió las reformas estructurales que lleva a cabo en Chile la presidenta Michelle Bachelet.
Al final de su intervención, Sachs, quien fue asesor del Gobierno boliviano entre 1985 y 1987, también hizo una recomendación a las autoridades chilenas para que cedan a la pretensión de La Paz de contar con un acceso soberano al océano Pacífico a través de territorio que hoy es de Chile.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Chile, Alberto Arenas, señaló que ha llegado el momento en el que los países de América Latina «pueden y deben aspirar a más» y advirtió de que enfrentar la desigualdad representa un riesgo para el futuro.