Exhorta a que “los déficits deben reducirse para ayudar a abordar la inflación y las vulnerabilidades de la deuda»
El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un llamado a los países a tener cuidado con el manejo de la política fiscal en el actual escenario inflacionario.
El FMI exhorta a «que la política fiscal no pueda amortiguar el impacto de la transición desinflacionaria sobre los vulnerables». Así, si bien las políticas redistributivas focalizadas pueden ser apropiadas, «los déficits deben reducirse para ayudar a abordar la inflación y las vulnerabilidades de la deuda».
Reconoce el fondo que los países tendrán que tomar decisiones difíciles en la composición del gasto, dada la necesidad de mantener una postura fiscal estricta.
El FMI observa que parece que en varios países la política fiscal seguirá siendo flexible por la crisis de los precios, algo «que podría impulsar la demanda agregada y contrarrestar el efecto desinflacionario de la política monetaria». Es en este riesgo en el que hay que poner el foco. El organismo con sede en Washington pone como ejemplo las subidas salariales planteadas en el sector público por encima del IPC o las rebajas de impuestos generalizadas propuestas por parte del espectro político. «Con una contracción fiscal en otros lugares, y con una oferta limitada, los aumentos del gasto público no financiados o los recortes de impuestos solo aumentarán aún más la inflación y dificultarán el trabajo de los responsables de la política monetaria».
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El FMI se muestra partidario de ayudar con transferencias de efectivo a los sectores de la población más vulnerables, particularmente expuestos al encarecimiento de la energía de los alimentos. Eso sí, insiste, el gasto asociado a las medidas para limitar el impacto inflacionario debería compensarse mediante otras vías. Prevé que «el desempleo aumentará y los salarios disminuirán a medida que la política monetaria se endurezca».