George Romero, padre del cine zombi, muere a los 77 años

George Romero, padre del cine zombi, muere a los 77 años

Geroge Romero.

NUEVA YORK.— Geroge Romero, el padre del cine zombi, falleció ayer a la edad de 77 años; su filme “Night of the Living Dead” y otras cintas convirtieron a las películas de zombis en críticas a la sociedad.

Romero murió luego de luchar contra un cáncer de pulmón, informó su familia en un comunicado proporcionado por su manager Chris Roe. La familia dijo que murió escuchando la música de la cinta “The Quiet Man”, una de sus películas favoritas, a lado de su esposa Suzanne Desrocher y de su hija Tina Romero.

A Romero se le atribuye haber reinventado el cine zombi con su debut como director en 1968 y un clásico en la actualidad “Night of the Living Dead”. La película fijó los patrones que los imitadores han seguido: los zombis se mueven despacio, buscan carne humana y solo pueden morir con un disparo en la cabeza. Si uno de ellos muerde a un humano, éste muere y se convierte en zombi.

Sin embargo, los zombis de Romero eran más que simples caníbales. Eran metáforas sobre conformidad, racismo, de la cultura del consumismo, militarización, de diferencias de clases y de otros males sociales.

“Los zombis pueden ser lo que sea”, contó Romero a The Associated Press en 2008. “Pueden ser una avalancha o un huracán. Es un desastre allá afuera. Las historias son sobre cómo las personas fallan en responder de la manera adecuada. Fallan en abordarlo. Siguen tratando de quedarse donde están, en lugar de reconocer que probablemente sea muy grande para que intentemos mantenerlo. Esa es la parte que siempre he disfrutado”, dijo.

La muerte de Romero se sintió inmediatamente a través de un amplio espectro de fanáticos del terror y cineastas. Stephen King lo llamó su colaborador favorito y dijo: “Nunca habrá otro como tú“. El cineasta mexicano Guillermo del Toro expresó que “La pérdida es tan enorme”.

“Night of the Living Dead” tuvo un presupuesto de 100.000 dólares y mostró a unos personajes macabros que trataban de alimentarse con los humanos escondidos en una casa de Pensilvania. En 1999 la Biblioteca del Congreso introdujo la obra maestra en blanco y negro al Registro Nacional de Películas.