17 de febrero de 1600. A 423 años de su muerte, Giordano Bruno representa la imagen del mártir de la libertad de pensamiento, figura emblemática, reconocida universalmente por la defensa de esos valores. Giordano Bruno nace en Nola (provincia de Nápoles) en 1548. A los 15 años entra a la Orden de los padres Dominicos, su carácter anticonformista y su curiosidad por el saber, lo conducen a hacer profundas reflexiones de los conocimientos típicos de su tiempo: neoplatonismo. panteísmo, misticismo, magia, teoría nemotécnica, estudios cabalísticos y teorías astronómicas, elementos que, junto a sus frecuentes viajes por muchas ciudades europeas, hacen de Bruno uno de los intelectuales filósofos más representativos del Renacimiento. Bruno tenía una idea muy profunda de sí mismo, se consideraba un mensajero de los dioses enviado a reponer la luz después de siglos de oscuridad causada por el cristianismo contra el cual combate una dura batalla. Bruno es un hombre solo que se movía con una posición filosófica totalmente original, contraria a la filosofía y la religión de su tiempo. Muere en total soledad, en el silencio de uno de los más grandes pensadores europeos.
Sus concepciones sobre la materia universal, la infinidad del universo, de infinitos mundos, de continuas reencarnaciones, son solo una parte de su pensamiento nuevo e innovador.
Bruno estuvo en cárcel 7 años y enfrentó dos procesos, uno en Venecia y otro en Roma, se negó en diferentes ocasiones a “abjurar”, arrepentirse públicamente de sus teorías, en particular la relativa a la “infinidad del universo”. Durante su vida Bruno viajó de Nola a Nápoles, luego Roma, Venecia, París, Londres, Alemania, Praga, a su regreso a Alemania viene invitado de nuevo a Venecia en 1592, donde viene acusado de hereje y apresado y enviado a Roma. 7 años más tarde condenado a muerte. Bruno tenia originalmente una formación ligada a las Doctrinas de Erasmo da Róterdam. Al principio, estaba fascinado por la figura de Cristo, sin embargo, va poco a poco asumiendo una posición radicalmente anticristiana. Para Bruno, Cristo es un ejemplo negativo, contra el cual se debe combatir y del cual hay que liberarse. Según Bruno, “Cristo fue un mal mago, mientras que Bruno se consideraba un buen mago. Cristo no supo morir y en la cruz pidió ayuda al Padre, mientras que Bruno quiere morir mirando la muerte de frente, blasfemando en alta voz, tanto así que tuvieron que cocerle la lengua para evitar los insultos contra Cristo que gritaba al momento de la ejecución”.
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Bruno es el creador de una nueva religión operativa, mágica, basada, por una parte, en la magia de los egipcios, que Bruno admiraba porque sabían comunicarse con la divinidad a través de la naturaleza, y por otra parte en las ideas del modelo de contenido civil de Niccoló Machiavelli.
Una religión que no hace distinción entre los hombres, para Bruno los hombres son todos iguales, son hijos del mismo dios, son fruto de la misma Materia Universal, que produce hombres, animales y árboles, en Europa, en África y en América Latina (a propósito de un debate en Europa sobre los indios descubiertos por Colón, algunos sostenían que no eran hombres, que eran semi-bestias, etc.). La diferencia entre los hombres es el color de la piel, que para Bruno depende del clima. Desde el punto de vista de la Materia, no hay diferencia entre el hombre, el león o la serpiente, etc.
¿Pero, que hace que el hombre sea en grado de gobernar el mundo, de dominar las bestias? Para Bruno, la diferencia es que el hombre tiene “La Mano”, la mano, que da al hombre la operatividad, la capacidad de hacer, la mano que construye ciudad, civilización, cultura, etc.
La filosofía de Bruno está basada en el “Concepto de Infinito”. Para Bruno no hay relación entre Finito e Infinito, por esto la figura de Cristo es inconcebible. Para Bruno, es imposible que Cristo pueda ser al mismo tiempo hombre y dios, o sea, finito e infinito. El hombre es sombra, porque no es luz, ¿si el hombre no es luz cómo puede tocar el infinito? Para Bruno el hombre no es el centro del universo, más bien es uno de los “infinitos detalles que están en el infinito”. El hombre no es capaz de ver directamente a Dios, porque existe esta exagerada desproporción entre el hombre finito y el Dios infinito. La única forma del hombre poder acercarse a la divinidad es, a través de las imágenes en las cuales se refleja la divinidad o sea a través de la gran imagen de la naturaleza que Bruno consideraba el universo.
La historia del proceso y muerte a Giordano Bruno, representa uno de los casos más célebres de represión de ideas contrarias a la Iglesia cristiana por la Santa Inquisición. La Inquisición fue un tribunal creado a finales del siglo XII por el miedo al aumento de las corrientes heréticas y la pérdida de fieles, recordemos solo la “cacería de brujas” a partir del siglo XIV, de mujeres sospechosas de hacer brujería y maleficios, se estima que más de 60 mil personas fueron quemadas por causa de la brujería.
Bruno sufre dos grandes procesos, uno en Venecia y el otro en Roma. En el proceso veneciano Bruno estuvo dispuesto a “abjurar”, solicitando solo que esta ceremonia no fuera publica, Bruno pensaba que de esta manera podría escapar de Venecia y continuar a viajar por Europa, salvando la verdad de su filosofía, Bruno estaba dispuesto a “disimular” (esconder) muy diferente a “simular” (engañar, confundir). Para Bruno se necesita “disimular” para salvar la verdad. ¿Por qué en el proceso de Roma decide morir? En Roma, asediado por el inquisidor el cardenal Belarmino, Bruno se da cuenta que para salvar su vida deberá (abjurar) renunciar a la verdad de su filosofía, no hay espacio para disimular, en ese momento decide de morir. Durante el proceso final, Bruno hace una solemne declaración “que no sabía de qué arrepentirse…que no había nada de que arrepentirse…que no quería arrepentirse de nada”
El concepto de la Vida Materia Infinita Universal es uno de los temas centrales del proceso. Si asumimos que no hay diferencia del punto de vista espiritual entre el alma del hombre y la del perro, del cerdo, etc., y del punto de vista corpóreo no hay diferencia entre el cuerpo de un hombre y el cuerpo de un burro, de un cerdo, porque es un solo espíritu y una sola materia universal, entonces el alma de un hombre puede terminar en el cuerpo de un perro, de un burro etc. y viceversa, no hay distinción entre las almas de los hombres y los animales. Entonces, ¿dónde está el principio del alma individual, del alma responsable de la inmortalidad y de la posibilidad del juicio de Dios? Bruno acepta la inmortalidad, pero cancela la individualidad del alma. Para Bruno, existe una Gran Alma en el universo, esta se rompe como un espejo en infinitos fragmentos de almas que luego de cumplir la experiencia de vida en la tierra, regresan al Grande Espejo donde se fragmentan de nuevo. Este proceso sucede infinitas veces. Tomando la metáfora del espejo, para el cristianismo, las almas, al cumplir su ciclo de vida en la tierra, regresan al espejo y allí se quedan y vienen juzgadas por Dios. Para Bruno este es el principio de la circularidad infinita de las almas, del cielo a la tierra y de la tierra al cielo. Es claro que hablamos de “reencarnación”. Durante el proceso, un compañero de cárcel contó que una vez trató de matar una araña, Bruno lo detuvo diciendo de no matarla, pues quién sabe quién es, quien podría ser, porque esa araña podría tener el alma de un hombre y luego ser de nuevo un hombre, etc. Bruno decía que recordaba haber vivido en otras formas no necesariamente en un cuerpo humano. Bruno habla del principio del mérito entre los hombres (Macchiavelli), por sus méritos civiles, el hombre desarrolla la civilización. El 17 de febrero de 1600 Bruno fue quemado vivo en Plaza Campo dei Fiori en Roma, donde hoy está la fabulosa estatua de Ettore Ferrari de 1889, que recuerda la imagen heroica del mito de este grande pensador.