De acuerdo a una fuente anónima de Associated Press, la MLB dejó de realizar pruebas de dopaje por esteroides por primera vez en los últimos años debido a la huelga ocasionada por la falta de un contrato colectivo.
Las personas hablaron bajo condición de anonimato el lunes porque no se hizo ningún anuncio público.
La interrupción de las pruebas es una consecuencia del cierre patronal del deporte que comenzó el 2 de diciembre una disposición en el acuerdo conjunto sobre drogas entre la MLB y la asociación de jugadores que establece que «la fecha y hora de terminación del programa será a las 11:59 PM (Tiempo del Este) del 1 de diciembre de 2021.
«Debería ser una gran preocupación para todos aquellos que valoran el juego limpio», dijo el lunes Travis Tygart, director ejecutivo de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos.
El mes pasado, los escritores de béisbol negaron a Barry Bonds y Roger Clemens la elección al Salón de la Fama por sospechas de uso de PED. Manny Ramírez y Alex Rodríguez, quienes cumplieron suspensiones por drogas, se quedaron cortos en la votación.
MLB y el sindicato realizaron 47,973 pruebas entre 2017 y 2021, incluidas 7,327 fuera de temporada, según un informe de noviembre de Thomas M. Martin, el administrador independiente del programa.
La liga y los jugadores llegaron a un acuerdo sobre las drogas a finales del año 2002 y empezaron con las pruebas a inicios de 2003. Las pruebas de orina para drogas relacionadas a mejorar la capacidad atlética comenzaron en 2004, la búsqueda de anfetaminas inició en 2006 y desde 2012 se realizan pruebas para detectar hormona del crecimiento.
Suspensiones en 2021
Durante la temporada 2021, la MLB realizó 8,436 pruebas antidopaje y solamente cinco salieron positivas: Colton Welker, tercera base de los Colorado Rockies; Gregory Santos, pitcher de los San Francisco Giants; Ramón Laureano, outfielder de los Oakland Athletics, Héctor Santiago, pitcher de los Seattle Mariners; y Paul Campbell, pithcer de los Miami Marlins.
La interrupción de las pruebas en el béisbol fue señalada a los jugadores en una «Guía de paro laboral» creada por la Asociación de Jugadores de Béisbol de las Grandes Ligas y distribuida a sus miembros, una copia de la cual fue obtenida por AP.