Nueva York.— Los casos de sarampión en Estados Unidos han alcanzado este año su cifra más alta en dos décadas y media, acercándose a 700 casos en un resurgimiento atribuido en gran medida a la información incorrecta que ha propiciado el rechazo de los padres a las vacunas.
“Esto es alarmante», dijo el doctor William Schaffner, un experto en vacunas de la Universidad Vanderbilt. No sólo es una enfermedad peligrosa en sí, sino que su regreso podría significar que otras enfermedades prevenibles con vacuna y que se consideran cosa del pasado también podrían regresar, señaló.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informaron que este año se habían reportado 695 casos en 22 estados hasta el miércoles por la tarde. Eso representa un incremento en comparación con los 626 reportados el lunes y convierte a 2019 en el peor año para el sarampión desde 1994, y aún le faltan ocho meses.
Hubo 963 casos en 1994. Aproximadamente tres cuartas partes de los casos de este año en Estados Unidos han ocurrido en el estado de Nueva York, principalmente en dos comunidades judías ultraortodoxas en Brooklyn y en el cercano condado Rockland.
La mayoría corresponden a personas que no estaban vacunadas. Es posible que los casos continúen aumentando. El sarampión es altamente contagioso y puede propagarse por el aire cuando alguien tose o estornuda. Y en los últimos días, las familias judías se han reunido para comer con motivo de la Pascua Judía. Los síntomas tardan de 10 a 12 días en aparecer.
Los CDC recomiendan la aplicación de vacunas a todos los estadounidenses de más de 1 año de edad. La vacuna contra el sarampión, disponible por primera vez en la década de 1960, es considerada segura y altamente efectiva, y por esta razón las autoridades declararon erradicada la enfermedad en 2000 en Estados Unidos. Pero ha habido varios brotes desde entonces.
Algunas comunidades tienen bajas tasas de inmunización a causa de la información errónea difundida en las redes sociales, en especial la idea ya desacreditada de que la vacuna triple contra el sarampión, las paperas y la rubeola causa autismo.
“Muchos padres tienen miedo. Y si alguien cree que su hijo no necesita tantas vacunas, hay muchos lugares en los que encontrará gente que piensa igual», declaró el doctor Jonathan Fielding, exdirector del Departamento de Salud Pública del condado Los Ángeles.
“No es tan fácil discernir qué si o qué no es verdad». En la mayoría de los casos, el sarampión no pone en peligro la vida del enfermo.
Los síntomas más comunes incluyen fiebre, goteo nasal, tos y sarpullido en todo el cuerpo. Sin embargo, un reducido número de personas puede sufrir complicaciones como neumonía y encefalitis (inflamación del cerebro). Asimismo, debido al sarampión una mujer embarazada puede tener un alumbramiento prematuro.