Guillermo Gómez se la jugó con Abinader

Guillermo Gómez se la jugó con Abinader

Miguel Pineda López

Vehemente, apasionado y firme en sus posiciones como periodista, don Guillermo Gómez se la jugó durante todos estos años con el Lic. Luis Abinader y su proyecto presidencial.

En su programa de televisión “AEROMUNDO”, dedicado casi exclusivamente a combatir sin tregua a los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, Guillermo Gómez se convirtió en una especie de tribuna del PRM y en especial de su candidato presidencial Abinader.

Guillermo y su acreditado espacio concentraron en varias ocasiones a miles de dirigentes de todos los niveles de la organización opositora en el estudio de Color Visión en apoyo de lo que en un momento parecía una verdadera utopía, pero que hoy ese sueño se ha convertido en realidad gracias a los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio.

Desafiante, sistemático y hasta temerario el citado entrevistador y comentarista de larga data institucionalizó y acuñó frases como “el candidato que no es corrupto ni ladrón”, refiriéndose obviamente al presidente electo, a quien presentó decenas de veces en los momentos más difíciles. Hubo gente que se burlaba de él y ahora despiertan de una pesadilla.

Al margen de su estilo aguerrido y valiente, el antiguo asistente de don Rafael Herrera, el extinto director del periódico Listín Diario, quien lo trataba como a un hijo, ha salido airoso en una lucha espinosa, arriesgada, que le provocó grandes trastornos familiares, retaliaciones y ahogo económico.

Guillermo Gómez merece un reconocimiento por su lealtad, consistencia e incondicional apoyo a Luis Abinader y porque jamás tambaléo ni se dejó intimidar por el poder como otros tantos comunicadores que hicieron causa común con el hoy flamante presidente electo.

Como sabemos que en el tren de la victoria por razones históricas se montan muchos oportunistas de nuevo cuño, una especie que abunda en RD, advertimos que aunque el Estado somos todos y es de todos en teoría, hay que permitir que los ganadores disfruten su triunfo y las encantadoras mieles del poder.

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