Cientos de familias que habitan próximo o encima de cañadas del gran Santo Domingo recogían para abandonar los hogares ante las fuertes lluvias que pronostican los organismos de primera respuesta, como la Oficina Nacional de Meteorología, Defensa Civil y el Centro de Operaciones de Emergencia (COE).
Precisamente el COE coloca 19 provincias en alerta, siete en rojo, igual cantidad en amarilla y cinco en verde, ante la inminencia de los efectos del fenómeno atmosféricos en el territorio nacional.
Moradores de cañadas como Guajimía, en Santo Domingo Oeste, Los Ríos, Arroyo Seco, Las 800, Bonavide y otras en el Distrito Nacional, comenzaron a ubicar posibles albergues en casos de crecidas de estos acuíferos.
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Wilson Guzmán, residente en una de las partes más vulnerable de Guajimía, considera que ya decenas de familias del lugar debieron haber sido reubicadas en los apartamentos que construyó el gobierno para esos fines, sin embargo, la reubicación no se ha producido.
Estima que a pesar de que existen alrededor de 300 apartamentos listos para los más vulnerables, el presidente no los ha entregado, porque a su entender, hubo irregularidades en la reciente entrega de unas 60 viviendas que fueron a parar a personas fuera de la cañada. A lo largo de la cañada se observan vertederos de residuos, pero entre las avenidas México y Prolongación 27 de Febrero, la montaña de basura plástica mete miedo, por lo que a la menor cantidad de lluvias esta se convierte en represa.
De su lado, Luisa Concepción, de la junta de vecinos Juan Valdez, expresó que se preparan para salir a lugares seguros, desde que la cañada que inicia a la altura del kilómetro 9 de la Autopista Duarte, comience a crecer.
Recuerda que la CAASD termina los trabajos de saneamiento de la cañada Paseo de la Gracia de Dios, pero no ha iniciado la segunda etapa de Juan Valdez, prevista para enero próximo.
Santiago Jerez (El primo), propietario del colmado Nuevo Milenio, en Villa Marina, teme que partir de este sábado las mercancías queden bajo las aguas de la cañada, ya que las aguas les llegan al pecho dentro del establecimiento.
Urge de la intervención de la cañada, ya que viven bajo constante peligro cada vez que llueve.